Salvado por los pelos

Víctor Cerro con la cabeza encerrada en un tanque de agua durante la primera prueba. SEBAS SENANDE
El escapista de fama mundial Víctor Cerro logró superar con éxito dos duras pruebas que pusieron en peligro su vida. Ante una multitud expectante, sumergió su cabeza en un tanque cerrado y se ató a un Ferrari que salió a toda velocidad.

Una multitud de vecinos se agolparon este miércoles en la Avenida Rodríguez Mourelo para ver el espectáculo de escapismo que protagonizó el mago Víctor Cerro, considerado uno de los mejores del mundo y que posee varios récords en su haber profesional.

Víctor no defraudó a los presentes que vieron como intentaba sobrevivir a las dos duras pruebas a las que se sometió y, de las que aseguró, "siempre salen bien pero llegará el día en que no sea así". 

Primero, tuvo que introducir su cabeza en un tanque de agua asegurado por candados. Solo conseguiría no ahogarse si con una ganzúa desbloqueaba los cierres. Así lo hizo, en un minuto y diez segundos logró que los candados fueran cayendo uno a uno y que la compuerta se abriera liberándolo del estado de semi ahogamiento en el que se encontraba. Las caras de expectación de los presentes se tornaron en aplausos y sonrisas cuando el mago Víctor se salvó. 

La segunda prueba en la que se embarcó, a la que calificó de reto, se presentaba como la más vistosa y peligrosa. Cerro tenía que conseguir en menos de diez segundos desatarse de unas esposas japonesas, que le bloquearon las manos y cuello. Estas esposas estaban, a su vez, agarradas a una cuerda que estaba enganchada a un Ferrari FF de 660 caballos que llega a los 100 kilómetros hora en 3,6 segundos. 

Si no conseguía zafarse de las cadenas que lo encarcelaban sería arrastrado por toda la avenida por un vehículo de semejante potencia. Además, el coche lo conducía el que fuera campeón del Rally de San Froilán en el año 2012, José Antonio Iglesias, que por sus dotes en la conducción convertía el reto en algo aún más peligroso para el escapista extremeño. Iglesias, que fue quien cedió el coche con su empresa Autos EIC, llevaba los retrovisores del automóvil tapados por lo que no pudo ver si el mago Víctor conseguía o no salir airoso de tal situación hasta el final. 

Las expresiones asustadas del público preveían un desenlace fatal, pero finalmente y a falta de 3 segundos Víctor Cerro logró salvar su vida al abrir las esposas y quedar liberado de la soga. Las pruebas contaron en todo momento con la participación de personas del público que se encargaron de dar fe de que los grilletes que se le fueron colocando eran reales y cumplían su cometido.

El evento fue comentado por el histórico periodista deportivo de la TVG, Terio Carrera, que puso palabras a la curiosidad que mostraban muchos de los que se acercaron a ver al escapista. El show de magia fue organizado por Galicia Ilusiona, en colaboración con la Xunta y fundación La Caixa.