Un día en la Uci del Hula: "Sacar al paciente adelante es lo que nos motiva"

Los sanitarios se enfrentan a una tercera ola en la que se precipitan los ingresos, muchos de jóvenes incluso sin comorbilidad alguna ▶ Nunca había tenido simultáneamente tantos ingresos por covid-19 y por primera vez se ha recurrido a camas de Reanimación
Equipo de Uci del Hula. ANA VARELA
photo_camera Equipo de Uci del Hula. ANA VARELA

"Al principio, la gente se caía. Pasaba dos o tres horas dentro de un box con esos buzos y tenías que sacarla porque se iba al suelo", recuerda Pilar Portela, supervisora de Enfermería de Uci sobre la primera ola de la pandemia, cuando los trajes que usaban eran los mismos que los del ébola y el personal trabajaba hasta casi desfallecer dentro de ellos.

Ahora el panorama es distinto, los Epis son otros y la experiencia es un grado. ¿Tiene usted la sensación de que tolera mejor la mascarilla? Lo mismo le ocurre al personal de la unidad, aunque sigue saliendo de los boxes como si les hubieran echado cubos de agua por encima. "Te acostumbras y lo llevamos bien. Le tenemos respeto pero no miedo", dice.

Ana Ferreiro, jefa de la unidad, tiene claro qué caracteriza a cada ola. La primera fue la peor, la del miedo por sorpresa y desconocimiento; la segunda, hubo más ingresos pero dispersos, en goteo; esta tercera es la del volumen, la de los ingresos en explosión, que se precipitan, con noches de tres muy seguidos y todos recovidquiriendo intubación, con traslados desde otras áreas y con la actividad habitual en la Uci no covid. Hay más trabajo que nunca, pero el personal lo ejerce con mucha más seguridad y confianza, dice Ferreiro. "Sacar a los pacientes adelante nos motiva. Dan mucho trabajo pero salen y eso te da mucha satisfacción", explica.

En el momento en el que se tiene lugar la entrevista hay 20 pacientes con covid (este sábado 21). Para hacerse una idea de hasta qué punto se ha incrementado el ritmo de ingresos en esta ola basta recordar que el máximo que hubo simultáneamente en la primera fueron 13 y en la segunda 6. Pero no es la única novedad.

Por primera vez en casi un año de pandemia, el Hula ha tenido que tirar de Reanimación. Según el protocolo, la Uci tiene hasta 17 pacientes con covid y a partir de ahí los nuevos ingresos se hacen en la unidad de críticos posquirúrgicos, gracias a la colaboración de Anestesiología. De esta manera, el resto de camas de Uci (otras 9) siguen disponibles para todo lo demás, que es mucho. Las paradas cardíacas, los accidentes, los ictus... nada se detiene por la pandemia.
 

Ratio de enfermería. Una por cada paciente y medio

Los cuidados intensivos recaen en gran medida en Enfermería, personal que está, literalmente, a pie de cama. La ratio en la unidad es de una enfermera por cada paciente y medio y una auxiliar por cada tres pacientes. Para mantenerla así también los fines de semana en la pandemia se ha reforzado plantilla con dos enfermeras y, al menos, una auxiliar por turno.


Además, igual que sucede en el resto de unidades de críticos de España, se espera que el número de hospitalizaciones sea mucho mayor en esta tercera ola. En total hubo 19 en la primera y 43 en la segunda. En la actual fase el Hula lleva 26.
 

VER MÁS.  Un aluvión de altas frena el crecimiento de casos activos en Lugo 
 

Los cuidados intensivos son laboriosos, son constantes y son permanentes. Como dice Pilar Portela, "en la Uci no hay día ni noche y las noches son casi peores, con más trabajo". Los pacientes no tienen consciencia del paso del tiempo y gran parte de ellos, los que requieren intubación, pasan la mayoría de su estancia en el estado amnésico al que induce la sedación. Incluso cuando se les retira el tubo y se rebaja esa medicación, los efectos les duran.

covidMientras están así, 12 médicos, 54 enfermeras, 32 técnicos de cuidados de enfermería, 10 celadores y 4 limpiadoras velan. Portela no sabe cuántas veces puede entrar en la habitación de un paciente con covid en lo que dura una guardia. Quizás tres, quizás diez. Puede bajar la saturación de oxígeno, puede requerir aspiración. Hay que ponerse el traje, entrar, hacerlo y hay que, con más cuidado aún, retirárselo. "Todo el material que se usa con un paciente covid se desinfecta dentro de la habitación y se le hace una segunda desinfección fuera", explica.

Cuando es necesario pronar al paciente —colocarlo boca abajo, técnica probada para mejorar la oxigenación— intervienen como mínimo 4 personas, más si es corpulento. Se les mueve cada doce horas y cada maniobra puede durar de 45 minutos a una hora porque es preciso asegurar la correcta colocación de cables y tubos. Es evidente que la faena es muchísima.

covidSin embargo, la actitud de los trabajadores es esperanzada y animosa. No ha cundido la desazón. "Es que nuestras estadísticas son muy buenas, se nos muere muy poca gente, poquísima, y eso te da muchos ánimos para seguir. En la Uci estamos acostumbrados a lidiar con la muerte, por supuesto, pero imagínate que se nos fueran la mitad de los pacientes con covid, sería desolador", dice Portela. Tiene razón. Los datos de la unidad del Hula muestran una tasa de mortalidad realmente baja: 6 pacientes de los 19 de la primera ola, 3 de 43 en la segunda y, hasta ahora, ninguno en la tercera. La jefa de Uci está convencida de que la mortalidad seguirá bajando en una unidad que se enfrenta con más confianza y menos estrés a una enfermedad con la que tiene más familiaridad.
 

Seguridad. Personal sin apenas contagios

Dos enfermeras de Uci se contagiaron en la segunda ola sin que se llegase a confirmar que tuvo lugar en la unidad y una tercera, por contacto familiar, más recientemente. Los Epis y los boxes cerrados y con presión negativa contribuyen a la seguridad de la plantilla.
 


También se observan ya modificaciones en el perfil del paciente. Son aún más jóvenes —ya lo fueron en la segunda, con una media de edad diez años menor que la primera, al pasar de 72 a 62— algunos de cuarenta y pico e incluso sin ninguna comorbilidad asociada. Los hombres siempre han sido mayoría entre los pacientes con covid que requieren cuidados de críticos, ahora esta es aplastante. Entre los hombres jóvenes, la obesidad es un factor de riesgo claro. En general, y en ambos sexos, es también el de mayor prevalencia, seguido de la hipertensión, diabetes y la inmunodepresión a causa de determinados tratamientos, como los oncológicos.

Quizás porque la media de edad baja, también se observa que crece el número de pacientes que tiene que ingresar directamente en Uci, sin pasar por planta. Hasta ahora, y sigue ocurriendo en la mayoría de casos, un paciente empcovidezaba a mostrar síntomas y pasaba una media de 5 días en casa antes de un empeoramiento que le hiciese requerir hospitalización. Ingresaba entonces en planta y ahí permanecía entre 3 y 5 días más antes de necesitar cuidados intensivos. 

Ahora sube el número de personas que llega a Urgencias y de ahí va directamente a Uci; en ocasiones precisando inmediata intubación. "Se aguanta más en casa", apunta Ferreiro, aunque también señala un síntoma que resulta muy llamativo y que se da en un buen número de estos casos: la llamada hipoxia feliz. "Notamos una gran disonancia entre la clínica del paciente y la gasometría", reconoce. Es decir, son enfermos con una saturación de oxígeno baja que no la perciben, que se sienten bien, que creen que respiran con normalidad. La falta de reconocimiento de su propia disnea puede influir a la hora de que tarden más en ir a Urgencias.

Como ocurrió ya antes, la Uci vuelve a recibir pacientes de otras áreas, como la de Ferrol. La jefa de la unidad insiste que esta es una unidad abierta a los pacientes Hula precisen y que trabaja en red, con su hospital y con otros. El de Ferrol, por ejemplo, muy saturado, ha derivado al menos a dos pacientes ya intubados y estables desde su unidad de críticos.

covid"Tenemos un equipo joven y entusiasta, con muchas ganas de que los pacientes nos vayan bien. Nos sentimos respaldados por la dirección en nuestras demandas y estamos muy satisfechos de poder colaborar con otros centros" dice Ferreiro, al tiempo que recuerda que frente a las habituales 26 camas de Uci se puede llegar a contar con hasta 65, sumando Reanimación y Despertar, si fuese preciso.

También hace un llamamiento a la responsabilidad individual para que "el sistema no se desborde" y que "también el paciente no covid pueda seguir recibiendo la atención rápida que precise, pese a la pandemia".

Comentarios