Rutas del miedo que evitan las mujeres en Lugo

Algunos puntos de Camiño Real, A Milagrosa, A Piringalla, Casas Baratas y Abella resultan inquietantes de noche para las lucenses. Locales conflictivos, poca iluminación, vegetación o calles estrechas no invitan a pasear por estas zonas
Camiño Real. XESÚS PONTE
photo_camera Camiño Real. XESÚS PONTE

Camiño Real, A Milagrosa, A Piringalla, Casas Baratas y Abella son las zonas en las que las mujeres de Lugo se sienten más inseguras al transitarlas por la noche. Aunque estas no son las únicas de la ciudad. Las lucenses también se sienten incómodas al caminar por espacios del centro de la ciudad y alrededores, como la estación de autobuses y su entorno o el parque Rosalía de Castro.

En el ránking de las rutas del miedo, la calle que más temen las lucenses es ahora mismo Camiño Real, una de las más conflictivas de toda la ciudad. Paula Abuín, dependienta de una tienda del centro, comenta que su madre trabajaba en esa zona y la sentía peligrosa. "Mi madre siempre decía que Camiño Real era una zona llena de vida y de comercios, pero con la llegada de cierto tipo de pubs y bares se deprimió mucho y se echó a perder. Cada vez cierran más locales", asegura.

El ocio nocturno y la actividad de algunas calles a ciertas horas es una de las características que más tienen en cuenta las encuestadas. Un ejemplo de ello es la zona de Casas Baratas. Ana Vega trabaja en una peluquería del barrio y afirma que "algunos locales de por aquí, como los de la calle Tui o Poeta Ramón Cabanillas, hacen de esta zona un sitio muy desagradable. Pero tanto de noche como de día, porque la gente que los frecuenta va haciendo una ruta por los locales de por aquí y a lo mejor salen a las doce de la mañana", dice, mientras todas las clientas de la peluquería asienten corroborando la versión de Vega.

Las lucenses (sobre todo las más jóvenes) a las que les gusta disfrutar del ocio nocturno del centro de la ciudad les resulta incómodo desplazarse a ciertas horas por calles como A Tinería y Rúa Nova. La joven Alba Gómez asegura que "cuando sales de fiesta por esas zonas hay mucha gente perjudicada en la calle, que suelen ser más hombres que mujeres, y a veces te pueden hacer sentir incómoda".

Carril dos Fornos. XESÚS PONTEZONAS SOLITARIAS. Aunque algunas calles del centro puedan estar llenas de actividad de noche, en otras siempre reina el silencio. Existen zonas intimidantes, como los callejones y atajos, que debido a su estrechez, la baja luminosidad y la dificultad en caso de necesitar escapar en una situación de peligro hacen de estas calles lugares por los que no es recomendable pasar. Algunos ejemplos son el adarve de la muralla, el Carril dos Fornos (en la foto), la Canella da Deputación o el Carril das Estantigas.

Ya fuera de la muralla, también existen partes de la ciudad que imponen respeto debido a la nula actividad cuando cae el sol. El parque Rosalía es un buen ejemplo de ello. También el Barrio Feixoo, en el que el silencio y las calles llenas de casas desocupadas generan inseguridad a las viandantes.

Existen otras zonas en las que la quietud se mezcla con la vegetación. Un ejemplo son los paseos fluviales, por los que Marta Álvarez se resiste a salir a caminar cuando ya no hay luz. "En invierno, como se hace de noche antes, por la tarde ya no puedo salir a caminar", asegura.

El leirapárking del Hula es otra de las zonas más intimidantes de la ciudad. Las trabajadoras del hospital que salen tarde de sus puestos laborales y que dejan su vehículo en la parte posterior del aparcamiento muestran sus quejas. "Ni siquiera podemos ver el coche porque no hay iluminación. Eso implica que tampoco puedo ver los socavones del suelo o si hay alguien escondido ahí", indica Mila Leal, empleada del restaurante del hospital.

A Milagrosa. XESÚS PONTEGENTE. Hay otras partes de la ciudad que a las encuestadas no solo les preocupan por la quietud, sino por los grupos conflictivos que frecuentan barrios como A Milagrosa (en la foto), A Piringalla y Abella.

Una situación similar se vive en la estación de autobuses y en los alrededores. Una trabajadora de la estación asegura que, "sobre todo en invierno, cierta gente no recomendable que está en un parque cercano se acerca a la estación y se quedan por aquí", indica.

Lugo, una de las ciudades más seguras de España
La ciudad de Lugo se puede decir que es tranquila. De hecho, la tasa de criminalidad no es demasiado alta y, a pesar de la falta de efectivos policiales que denuncian los sindicatos de las fuerzas del orden, lo cierto es que año tras año la capital lucense siempre se coloca entre los puestos más altos en los ránkings de las ciudades españolas más seguras.

Denuncias
El año pasado, Lugo registró seis delitos contra la libertad sexual, de los cuales uno fue una violación. Este año también se registraron seis denuncias, aunque ninguna referida a una agresión sexual con penetración.

Ránking gallego
De las siete principales ciudades gallegas, Lugo es la tercera con menos incidencia de la delincuencia sexual denunciada en 2019, por detrás de Pontevedra y Ferrol. Además, de las 15 ciudades españolas entre los 114.000 y los 90.000 habitantes, Lugo fue la cuarta que menos delitos sexuales registró en 2019, por detrás de Cáceres, Orihuela y San Fernando.

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