El rural de Lugo y Guntín, castigados por cortes en el suministro eléctrico

Tanto el martes por la noche como el miércoles por la mañana estuvieron dos horas sin servicio lo que les ha llevado a iniciar una campaña de recogida de firmas para mostrar su queja 
José Carlos Varelavio como au robot de ordeño estuvo cuatro horas parado. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera José Carlos Varelavio como au robot de ordeño estuvo cuatro horas parado. VICTORIA RODRÍGUEZ

El pasado martes se hizo la noche antes y este miércoles abrió el día más tarde en varias parroquias de Lugo y Guntín. El motivo fue un apagón. Pasadas las diez de la noche se fue la luz al menos un par de horas. La historia se repetía este miércoles alrededor de las siete de la mañana, con una duración similar.

Se quedaron sin suministro eléctrico casas de Coeses, Calde, Saá, San Xoán do Campo, San Xoán do Alto, O Veral, Ribas de Miño y Soñar, entre otras parroquias de Lugo, y de Lousada y Ferroi, en Guntín.

Fuentes de la empresa distribuidora, Begasa, explicaron que esa avería fue provocada por "la caña de una bomba de palenque" que cayó sobre el tendido.

Cuando se produce una incidencia, según explicaron desde la compañía, saltan "de forma automática" las protecciones de la línea "por seguridad", por lo que se registra la interrupción en el suministro, que "se reconecta" tan pronto es posible.

Pero este no fue un problema puntual. Los vecinos de estas parroquias se quejan de que sufren cortes intermitentes con frecuencia. De hecho han iniciado una campaña de recogida de firmas para exigir que se ponga remedio a un problema que está pasando factura sobre todo a las explotaciones ganaderas.

Los dos últimos días hubo cortes más largos , pero los vecinos se quejan de que llevan ya sufriendo interrupciones continuas 

José Carlos Varela, que tiene una granja láctea en San Xoán do Campo, con 152 cabezas de ganado, de las que 64 pasan por su robot de ordeño, aseguró que el apagón de la noche del martes y de ayer por la mañana "se nota moitísimo na producción porque estiven unhas catro horas sen poder muxir as vacas".

Este joven ganadero, de 30 años, que lleva ocho al frente de la explotación, afirmó que el suministro eléctrico «é moito de irse e vir a diario», lo que aseguró que se produce "máis ultimamente", debido a que, a su juicio, "debe estar cargada a liña". Señaló también que a veces se prolongan durante "dez ou quince minutos".

Otro productor lácteo de esta parroquia, que tiene dos robots de ordeño, tuvo que recurrir a un generador para que su producción no se viese interrumpida y, por tanto, mermada por este imprevisto doble apagón.

Teletrabajo. Las consecuencias de esos frecuentes cortes también las está sufriendo desde hace meses un vecino de Calde, que está teletrabajando desde su casa. "Con esas idas e vidas da luz desconéctase a wifi e corro o risco de perder todo o que estou facendo nese momento no ordenador", precisó este afectado.

El presidente de la comunidad vecinal de montes en mano común de Coeses, José Lence, dijo que en su caso, que tiene placas fotovoltaicas, esas interrupciones puntuales provocan que estas "tarden unha hora" en volver a ponerse a funcionar.

En esta misma parroquia del municipio de Lugo, el presidente de la asociación vecinal Coeses Agro Mayor, José Abuín, cargaba las tintas por el "problema moi gordo" que supone, para las explotaciones lácteas los fallos en el suministro eléctrico.

A plena luz del día. Esos cortes intermitentes tienen lugar, sobre todo, durante el día. "De cada pouco vaise e volve e non sabemos por que", señaló un vecino de O Veral, Gabino Bruzos, que hizo hincapié en que esta repetida situación supone "un trastorno" porque "temos conxeladores e as cociñas son practicamente todas eléctricas".

La situación afecta a la actividad económica y cotidiana, pues se depende de la luz para tener agua en los pozos 

"Vaise dez minutos e volve, un minuto e volve. E non sabemos por que", afirmó un vecino de San Pedro de Mera, Ángel Rodríguez, que incidía en el perjuicio que supone para el ordeño en las explotaciones, por lo que pidió explicaciones a las compañías eléctricas.

Más comprensivo fue Manuel González, un jubilado de otra de las parroquias lucenses por las que pasa el Camino Primitivo, San Xoán do Alto, que señaló que estos problemas con la luz "non gustan, pero non queda outro remedio". En su aldea, según contó, esos cortes se suelen registrar "cara á hora de comer". Hay casas en las que la extracción de aguas de los pozos también se ve afectada. 

Mas afectados: Recurriendo a las linternas y a la luz de los móviles 
Otro ganadero, David López, que tiene una granja de rubia gallega en San Xoán do Campo, con unas 75 vacas y otros tantos terneros, explicó que el apagón de la noche del martes le sorprendió cuando todavía estaba acabando la jornada laboral.

En ese momento estaba administrándoles "tratamentos aos becerros", tarea que tuvo que completar ayudándose "de focos e coa luz dos teléfonos móviles".

Desconfianza

Este joven productor afirmó que en esta parroquia del municipio de Lugo "non nos podemos fiar da luz" porque, según ironizó, "vai e ven como se un neno estivera xogando cos cables".

Otras tareas

Esos cortes no solo le afectan a las labores agrícolas. Este joven compagina su profesión como ganadero con sus estudios de Veterinaria. Indicó que utiliza un ordenador portátil porque "non é posible traballar cun de sobremesa porque se producen pequenos cortes".

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