Un lucense denunció que le rompieron las cerraduras de la puerta de su vivienda y apuntó al presunto culpable, pero el juzgado de Instrucción número 2 de Lugo absolvió al acusado porque el denunciante reparó los daños antes de poner la denuncia y no pudo probar que lo que decía era cierto.
El afectado acudió a la comisaría de la Policía Nacional el 17 de marzo de 2017 y explicó que dos días antes le habían destrozado las cerraduras de la puerta de entrada a su casa. Los agentes detuvieron al presunto autor y el caso llegó al juzgado.
Cuando presentó la denuncia, el dueño del inmueble ya había reparado los desperfectos, por lo que aportó varias facturas de la empresa de cerrajería que se las había arreglado, por un importe total de 170 euros.
El acusado negó los hechos y el juez llegó a la conclusión de que las facturas aportadas por el afectado acreditaban únicamente que hubo daños en la cerradura, "pero no quién los produjo ni el mecanismo de producción". Además, como ya estaban reparadas, los investigadores no pudieron recabar pruebas del presunto delito.
El juez explica además en la sentencia que "no se estima suficiente la declaración del denunciante para albergar un pronunciamiento condenatorio y desvirtuar la presunción de inocencia". De este modo, absuelve al acusado del delito de daños que se le imputaba.
