Agentes de la Policía Local de Lugo identificaron a un hombre que rompió a martillazos y arrancó varias tuberías de gas en pleno casco histórico y se escondió en las instalaciones del antiguo Club Eros.
Los hechos tuvieron lugar hace unos días, cuando una patrulla de la Unidad Territorial de Policía de Barrio recibió un aviso para que se trasladase a la Rúa Xoán Montes, ya que varias personas habían llamado a la Sala del 092 para comunicar que se había producido una fuga de gas en la zona. Los agentes acudieron de inmediato al lugar y comprobaron que la fuga tenía su origen en los daños que habían sido causados en la instalación de gas, supuestamente de forma intencionada. Según explicó ayer el portavoz del cuerpo, los agentes pudieron observar claramente que el autor de los desperfectos, "había arrancado tuberías y piezas importantes de la instalación de gas, con grave peligro para la población".
El autor de los daños, un hombre de 56 años de edad, confesó los hechos cuando fue localizado por los agentes
Los policías comunicaron la incidencia, para que la empresa encargada de la reparación actuase a la mayor brevedad posible, e iniciaron una investigación para tratar de localizar cuanto antes al autor de los daños. Los agentes hablaron con un vecino, quien les explicó que había visto a un hombre en el interior de las zonas comunitarias, "vistiendo una cazadora de color muy llamativo". Además, otro testigo del suceso aportó la misma versión y la misma descripción que el residente.
Con estos datos, la Policía Local puso en marcha un amplio dispositivo de búsqueda y consiguió localizar al presunto autor de los desperfectos. El hombre se había escondido en las instalaciones del antiguo Club Eros, frente al parque de bomberos de Lugo, un edificio que se encuentra actualmente en estado ruinoso. El hombre, de 56 años de edad, confesó ante los agentes que había sido el autor de los daños y reconoció además que los había provocado con un martillo. Los agentes procedieron a su identificación y lo trasladaron a las dependencias policiales, donde instruyeron diligencias para remitir al juzgado de guardia.
