LUGO. La falta de atención en el hospital veterinario Rof Codina a un corzo que fue atropellado el pasado martes en Ribas do Sil ha desatado el enfado y las críticas de muchos usuarios de redes sociales y de asociaciones animalistas, como Libera, que anunció que pedirá explicaciones sobre lo sucedido. El gerente del Rof Codina, Luis Felipe de la Cruz Palomino, atribuyó la situación a un problema de comunicación y de coordinación. Según indicó, la semana anterior la responsable de fauna salvaje del hospital veterinario le hizo saber al centro de O Veral que si necesitaban de sus servicios la avisaran y que ella se desplazaría, pero que evitaran el traslado de fauna silvestre para no comprometer la bioseguridad de todo el centro. Sin embargo, apunta De la Cruz, el martes por la mañana «alguien llamó» para avisar que llevaban al corzo y la persona que atendió la llamada los remitió a las medidas acordadas. Posteriormente, nadie se puso en contacto con la especialista de fauna salvaje, dijo.
Según Luis Felipe de la Cruz el traslado de animales silvestres debe ajustarse a unas condiciones muy estrictas y el hecho de que estuviera en marcha la inspección influyó en que se siguiera el protocolo de manera rigurosa, pero, asegura, se ofreció un alternativa previamente para los casos que pudieran surgir.
Según la Xunta, el corzo fue trasladado al hospital por agentes del Servizo de Protección da Natureza, a quienes se dijo, de forma verbal, que en ese momento no había personal de urgencias disponible porque estaba atendiendo a la comisión de evaluación--. El animal fue entonces trasladado al centro de recuperación de fauna silvestre de O Veral, donde estuvo atendido por el veterinario del servicio y los agentes que lo recogieron hasta que el jueves murió. Ahora se hará la necropsia al corzo para saber cuál fue la causa de su muerte, pero, según la Xunta, la primera inspección muestra que las heridas eran «incompatibles con la vida», lo que supondría que nada se podría haber hecho para salvarlo.
