El robot Da Vinci del Hula ya fue usado desde el verano en 15 operaciones de próstata

La herramienta se utilizará en cirugía general el próximo miércoles para dos hernias de hiato
Imagen de un robot Da Vinci, con la consola al fondo y los brazos en el primer término. AEP
photo_camera Imagen de un robot Da Vinci, con la consola al fondo y los brazos en el primer término. AEP

El jefe en funciones de Urología del Hula, Javier Casas, ya ha hecho 15 prostatectomías radicales a los mandos del robot quirúrgico Da Vinci, una herramienta cuya adquisición fue anunciada en mayo por el Sergas y que llegó en verano. Desde entonces se utiliza una media de dos veces por semana para intervenir a algunos pacientes seleccionados.

Fundamentalmente, los candidatos a ser operados con esta tecnología son hombres con cáncer de próstata, a quienes se les tiene que extirpar el órgano al completo y de los que se considera que tienen un riesgo bajo. Algunos de riesgo alto de los que, a tenor de las pruebas de imagen, se cree que se puedan beneficiar especialmente de la precisión que permite el robot también fueron intervenidos con él.

El rango de intervenciones que se harán con cirugía robótica se irá ampliando poco a poco, con una programación consensuada por un comité clínico del Sergas. Sanidade quiere que en todas las áreas sanitarias se utilice para lo mismo y que tengan acceso a él simultáneamente el mismo perfil de paciente. Así, la próxima semana se sumarán los servicios de Cirugía General y para el día 20 están programadas en el Hula dos intervenciones de hernia de hiato con Da Vinci.

La formación de los especialistas que van a utilizarlo también es paulatina y progresiva en toda Galicia. En Urología del Hula, primer servicio en usarlo, está acreditado el doctor Casas, pero formados o en proceso de estarlo hay ya más especialistas. La acreditación es un paso que exige la empresa que fabrica el Da Vinci, de momento la única en el mundo aunque están a punto de entrar otras en el mercado. Otro urólogo dará el paso de la acreditación en noviembre, uno más en diciembre y poco a poco se irán incorporando el resto.

Igual ocurre con Cirugía General. Las dos cirujanas que asumirán las intervenciones de hernias de hiato viajarán al hospital de Cruces, en Bilbao, para asistir a esa misma operación realizada por su tutor y este cirujano visitará Lugo para supervisar esas dos primeras operaciones que harán el día 20 con el robot.

El tipo de cirugía para el que se usa también se va acordando y sumando poco a poco. El jefe de Cirugía General del Hula, José Conde, explica que en el caso de su especialidad se empieza con una operación sencilla, del ámbito gastroesofágico, y se irá creciendo en complejidad hasta incluir todos los demás: coloproctológico, hepatobiliar y pared abdominal.

USOS. Lo mismo pasará con Urología, donde en este momento se usa solo para próstatas pero también se dedicará a riñón o vejiga. Aunque, en gran medida, el robot se destina a cirugía oncológica, otros pacientes con otras patomaría logías también acabarán siendo intervenidos con él.

El doctor Casas recuerda que en los países donde su uso está más extendido, como en Estados Unidos, ha comido un importante terreno a la laparoscopia en determinadas especialidades. «Esto es cirugía laparoscópica asistida por robot, de forma que allí las intervenciones se hacen o con cirugía abierta o con el robot», recuerda. De cualquier forma, también puntualiza que, aunque muchas se puedan hacer con esta herrase mienta, no sería costoefectivo. No se trata solo de que haya intervenciones sencillas y breves con una elevada tasa de éxito en las que utilizar el robot no implicaría ninguna ventaja evidente y sí más gasto, sino que un solo robot para todo un hospital se amortiza mejor cuantos más servicios tienen acceso a él para las intervenciones más largas y complejas.

Después de Urología y Cirugía, el siguiente servicio en recurrir al robot será Ginecología, especialidad que también puede aplicar esa tecnología a muy distintas cirugías, no solo de pacientes con cáncer. Dos ginecólogos están ya formándose en su uso para acabar logrando la acreditación este mismo año. Acto seguido será Otorrinolaringología la especialidad quirúrgica que forme a sus profesionales.

El objetivo último es que el robot se pueda amortizar usándolo todos los días mañana y tarde y asegurando el acceso de todos los servicios para los que este tipo de tecnología, más precisa y que permite una actividad más descansada y con mayor rango de movimiento para el cirujano, pueda resultar beneficiosa. Se trata de una tecnología cara especialmente por los fungibles.

Contención precoz e ingreso más breve
Aunque el número de cirugías realizadas con el Da Vinci todavía no es muy elevado ya ha dado tiempo a percibir algunas de sus ventajas. El jefe de Urología explica que las observa en pacientes con prostatectomía a nivel funcional.

La más llamativa y evidente es la recuperación de la contención urinaria de forma precoz. Muchos pacientes son capaces de contener la orina desde el mismo instante en que se les retira la sonda, mientras que en intervenciones sin el robot, aunque también se recupera, tiende a ocurrir más tarde.

Otra es la reducción del dolor, muy probablemente por la colocación del paciente en quirófano. Esto se traduce en ingresos más breves. "Con cirugía abierta el ingreso es, de media, de cinco o seis días; con laparoscopia, tres y con el Da Vinci, de 48 horas", explica el doctor Javier Casas.

Menos analgesia
Como los pacientes tienen un postoperatorio con menos dolor, esto obliga a usar menos fármacos analgésicos que si se recurrieran a otras herramientas para hacer la intervención.

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