Ribera Salud posee ya el 54% de Polusa y este martes se reúne con la plantilla

El consejero delegado del grupo sanitario, Alberto de la Rosa, acudió ayer al consejo de administración tras la firma de la escritura
Vista del hospital privado Polusa. SEBAS SENANDE
photo_camera Vista del hospital privado Polusa. SEBAS SENANDE

Ribera Salud formalizó este lunes la compra del hospital privado Polusa. Tal y como estaba previsto, se hizo con el 54% de las acciones, compradas a dos de los accionistas mayoritarios: la familia Fernández y la familia Latorre. La tercera principal accionista, Carmen Lence, propietaria de más del 25% del hospital no ha vendido su parte por el momento.

Después de formalizar la escritura, tuvo lugar una reunión del consejo de administración, que contó con la presencia del consejero delegado del grupo sanitario de capital estadounidense, Alberto de la Rosa, entre otros directivos de Ribera Salud. Está previsto que este lunes se celebre un encuentro con la plantilla en el que se le comunicará el proyecto para el hospital.

Desde el lunes, Ribera Salud incluye a Polusa en el listado de los hospitales bajo su propiedad que aparece en su página web.

Aunque no se comunicó de forma oficial el precio, por regla general, las adquisiciones de centros sanitarios se rigen por una regla no escrita, en virtud de la cual se paga entre 6 y 8 veces el Etbida (un indicador financiero sobre la rentabilidad de una empresa) del último año, aunque puede incluso llega a diez veces ese indicador. En el caso de Polusa, su Etbida del 2019 asciende a 620.837 euros, con lo que lo que Ribera Salud podría haber pagado entre 2 y 2,7 millones de euros e, incluso, de llegar a ese máximo de diez veces, 3,4 millones, ya que se hizo inicialmente con algo más de la mitad de la propiedad.

Ribera Salud, que es propiedad mayoritariamente de la aseguradora americada Centene Corporation, se dedica en España fundamentalmente a la gestión privada de hospitales públicos. Así lo hizo con el de Alzira, en Alicante, donde también asumía la Atención Primaria ligada a ese centro, cuya titularidad regresó después a la sanidad pública.

En Galicia lo hace en el primer centro que compró en la comunidad, Povisa en Vigo. Por entonces pagó 22 millones de euros por un hospital que estaba fuertemente endeudado. A cambio se hizo con el mejor convenio con la sanidad pública que existe en la comunidad y que ese mismo año pasó de 80 a 84 millones de euros de las arcas de Sanidade por dar cobertura a cerca de 140.000 vigueses.

Con la compra de Polusa, el panorama de la sanidad privada en Lugo cambia y pasa de estar exclusivamente en manos de pequeños accionistas y familias al desembarco de un gran grupo sanitario. Polusa es un hospital sin deudas y que ha realizado en los últimos años una importante inversión en tecnología, pero que, sin embargo, tiene unas instalaciones desfasadas. Además de un lavado de cara, previsiblemente Ribera Salud incremente la cartera de servicios del centro al poder ofrecer en el mercado lucense algunos no disponibles hasta ahora.

El otro hospital privado de la ciudad, Nosa Señora dos Ollos Grandes, también negocia su venta a un gran grupo.

Un modelo que fue renovador
La venta de Polusa marca el fin de un ciclo iniciado en 1981, cuando se abrió el hospital. La apertura del centro fue una apuesta de inversores lucenses, que se materializó en un momento en el que se producían grandes cambios en la sanidad privada en Lugo.

CIERRE DE OTROS CENTROS. Así, Polusa llegó en unos años en los que en Lugo se habían producido o estaban cerca de producirse cierres de sanatorios que habían tenido una gran relevancia en la atención sanitaria de los lucenses, como el Pimentel, la clínica de La Milagrosa, el Santo Ángel, la clínica de Plácido Vila o el García Portela.

NUEVO MODELO. El Policlínico Lucense apostaba en sus inicios por un nuevo modelo asistencial y hasta fue rompedor al elegir su ubicación. Si el grueso de los centros sanitarios privados de la capital estaban en la zona centro o en áreas pobladas como la de A Milagrosa, los promotores del nuevo hospital optaron por llevarlo a un lugar retirado, en el barrio de A Ponte.

ESPECIALIDADES. Ese modelo que abrió Polusa incluía también la oferta de un amplio número de especialidades médicas y de tecnología hospitalaria. Es una fórmula que se mantuvo en el tiempo y hoy tiene 60 médicos, de 27 especialidades. Entre su oferta tecnológica, el centro destaca que cuenta, por ejemplo, con un Tac de última generación.

Con los años fue también adaptando su oferta asistencial a tendencias y demandas sociales y, por ejemplo, creó una unidad asistencial de mayores