El hospital Ollos Grandes negocia su venta tras la de Polusa a Ribera Salud

El grupo sanitario adquirió ya en torno al 55 por ciento de la propiedad del hospital y sigue adquiriendo acciones 
Hospital Polusa. SEBAS SENANDE
photo_camera Hospital Polusa. SEBAS SENANDE

El grupo Ribera Salud cerró un acuerdo de compra que le da el control de en torno al 55 por ciento de las acciones del hospital Polusa y mantiene abiertas negociaciones con otros accionistas para seguir ampliando su participación en el centro hospitalario lucense.

La operación supone la entrada en Lugo de Ribera, una de las tres grandes empresas sanitarias que operan en España, junto a Quirón y Vithas. El comprador es un grupo español que controla al 98 por ciento el gigante estadounidense Centene. Lugo se mantenía hasta ahora al margen del desembarco de las grandes compañías, que ya tienen presencia en A Coruña y en Pontevedra.

Ribera Salud, de hecho, adquirió a finales de 2019 el Hospital Povisa de Vigo y este jueves destacó que con la operación en Lugo "consolida su expansión y crecimiento en la comunidad gallega". Las cifras de la operación en Polusa no se conocen, pero se trata de una inversión millonaria. Hay que recordar, por ejemplo, que la inversión de Ribera en la compra de Povisa ascendió a 22 millones.

La firma pertenece a un grupo americano y la operación solo está pendiente de las autorizaciones de Competencia

OLLOS GRANDES. Tras la operación de compra en Polusa, en Lugo ya solo queda en manos locales el hospital Nosa Señora dos Ollos Grandes, aunque este estudia ofertas de compra.

En los últimos meses, el Ollos Grandes barajó de hecho dos ofertas y Cristina López Pardo, representante de la propiedad en la gerencia del centro, solo confirmó que desde hace tiempo continúa la negociación con un grupo, aunque rechazó desvelar de cuál se trata ya que hay un compromiso de confidencialidad. La expectativa sería, no obstante, que esa negociación no se dilate demasiado en el tiempo.

En algunos ámbitos no se descarta que Ribera Salud adquiera también el Ollos Grandes tras tomar el control de Polusa, lo que le permitiría conformar un proyecto integral de atención sanitaria en la ciudad y operar sin competencia en un mercado que es pequeño.

La operación se fraguó durante meses y siguió pese al revés que supuso el Covid para los hospitales privados en Lugo

Sería una opción abierta, aunque la situación de los dos hospitales es muy dispar. Polusa, por ejemplo, tiene unas finanzas muy saneadas y ha apostado por incorporar tecnología puntera, mientras que el Ollos Grandes tiene el condicionante de una deuda importante, si bien tiene la ventaja de haber sido reformado integralmente hace pocos años, por lo que tiene buenas instalaciones y ha incorporado algunos servicios nuevos, como cirugía bariátrica.

Según algunas fuentes, el grupo Ribera Salud habría apostado finalmente por un proyecto en Lugo centrado en Polusa, con la idea de hacer una inversión que complete los servicios de ese hospital privado, que en los últimos años ya incorporó nuevos servicios y nueva tecnología.

De hecho, Polusa estaba en plena actualización de su actividad y en el último año y medio puso en marcha un área de radiología con tecnología de última generación y ha invertido en torno a millón y medio de euros en el último año, periodo en el que se activó el proyecto de crear un área de cirugía mayor ambulatoria.

Un hospital con 97 camas, cinco quirófanos y un amplio catálogo de servicios médicos

El hospital se estaba reenfocando en estos momentos precisamente hacia la potenciación de la atención ambulatoria, que hoy supone el 20 por ciento pero que se aspiraba a que llegara al 70 por ciento. La idea en la que se trabaja es tener más actividad, pero menos hospitalización de pacientes.

El hospital creó también la tercera Uci de la provincia, tras las del Hula y el hospital de A Mariña, lo que abrió la posibilidad de realidad cirugías más complejas.

La negociación con Polusa viene ya de lejos y se ha materializado a pesar de que la crisis del Covid ha afectado gravemente a la sanidad privada, que vivió un parón en la actividad que afectó seriamente a sus finanzas, ya que al ser un servicio esencial no pudieron cerrar ni recurrir a Ertes pero tampoco tuvieron carga asistencial debido a que fue el sistema público el que trató a los pacientes con Covid.

Los servicios de Polusa incluyen una unidad de pacientes geriátricos, hospital de día oncológico, radiodiagnóstico o laboratorio clínico

De hecho, los vaivenes económicos que ha provocado la pandemia y que han puesto a algunos hospitales en una situación difícil son un factor que va a "agitar el mercado", según algunos expertos en gestión sanitaria.

No obstante, la compra de la mayoría de acciones de Polusa salió adelante tras meses de negociaciones y ahora la entrada de Ribera Salud es ya un hecho que solo está a la espera de los informes favorables de Competencia y del órgano estatal encargado de vigilar las compras por parte de compañías extranjeras.

A priori, se da por hecho que ambos informes van a ser favorables, dado que no existe un problema de monopolio, apuntaban fuentes sanitarias. La expectativa es que esas autorizaciones puedan estar, como mucho, en un plazo de dos a cuatro meses.

TRABAJADORES. El personal de los dos hospitales privados está ahora a la expectativa tras la venta de Polusa. Carlos Díaz, de Comisiones Obreras, confirmaba este jueves que no se ha informado a la plantilla y confiaba en que en Lugo se repita la experiencia de Povisa, ya que la negociación con Ribera Salud en Vigo fue positiva.

Polusa tiene actualmente una plantilla de unas 150 personas, ya que a las 135 profesionales que conforman el personal laboral hay que sumar a un grupo de médicos con relación mercantil.

El equipo de Polusa es algo más amplio que el del Ollos Grandes, que ronda actualmente el centenar de trabajadores.

El consejo de administración de Polusa tampoco se habría reunido aún para estudiar la venta de más de la mitad del accionariado. Parte de los accionistas, como el Grupo Lence, mantendrían su parte.

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