Retratos de dolor y esperanza en el Hula

El Hula exhibe dieciocho fotografías de Rosana Roca durante su tratamiento contra el cáncer ► Las imágenes, realizadas por Inma Purriños, captan emociones que provoca la enfermedad
Rosana Roca e Inma Purriños, con sendos ramos de flores, tras la apertura de la muestra en el Hula. S. SENADE
photo_camera Rosana Roca e Inma Purriños, con sendos ramos de flores, tras la apertura de la muestra en el Hula. S. SENADE

Sentir y hacer sentir. Eso es lo que siempre pretendió Rosana Roca Núñez, una mujer diagnosticada de cáncer de mama hace año y medio, cuando se le ocurrió la idea de posar como modelo para la fotógrafa vilalbesa Inma Purriños y así retratar, a través de su mirada, la montaña rusa de emociones que se viven durante el tratamiento de la enfermedad.

Rabia, rechazo, aceptación, lucha, optimismo y esperanza se entrecruzan en el largo camino que va desde el diagnóstico hasta el final del tratamiento contra el cáncer y esto mismo fue lo que experimentó, en los últimos meses, Rosana, una mujer a la que se le detectaron cuatro tumores de mama a la vez -uno de ellos, agresivo- y a la que hace un mes, cuando ya estaba a tratamiento para reconstruir el pecho extirpado, se le descubrió otro tumor más en la mama sana.

"Es un palo porque se volverá a repetir, otra vez, todo el proceso: la mastectomía y luego quimioterapia. ¡Otro año y pico de tratamiento! Pero habrá que luchar otra vez. Mis hijos me dicen: "Si antes pudiste, ahora vas a poder vencer esto otra vez" y en esas estoy. Pese a todo, también puedes ser feliz y pasártelo bien. Lo que importa es estar aquí", apunta Rosana Roca.

Esta mujer se dio cuenta, una vez diagnosticada, de que la palabra cáncer encerraba muchos tabúes de cara a la sociedad. Por eso mismo, se propuso quitarle la careta y mostrar su cuerpo tal cual es tras la mastectomía, para dar visibilidad a una enfermedad sobre la que todavía existe mucho miedo.

"Lo decidí en pleno proceso del tratamiento. Pensé que, mostrando mi caso a través de los distintos retratos que me hizo Inma, podría ayudar a otras mujeres dando visibilidad a esta enfermedad, normalizándola porque cuando te ve la gente por la calle con el pañuelo en la cabeza todavía se te queda mirando", explica Rosana.

Asumir el diagnóstico fue la parte más dura de todo el proceso para esta mujer. Después de esto, los meses siguientes se resumen como una constante lucha contra la enfermedad.

"Te acostumbras a vivir con esto aunque sea algo duro desde el minuto cero. Cuando me lo dijeron, me pasé quince días de pataleta pero, al mismo tiempo, creé un escudo para proteger a mis hijos –entonces, de 3 y 7 años– y al resto de mi familia. Quería que viesen el lado más "bonito" de todo el proceso. Ellos vivieron todo lo que viví yo. Me vieron rodeada de cables e, incluso, mi hijo me pasaba la máquina de rasurar por la cabeza. Siguieron el día a día de mi enfermedad como yo y siempre traté de transmitirles que, pese a ser una dolencia grave de la que se muere mucha gente, también hay otros que se salvan", afirma.

Muestra. Estará en el hospital hasta el viernes y la próxima semana se llevará a O Vello Cárcere, desde el día 24 hasta el 29

Exposición

Las dieciocho sesiones fotográficas de estudio a las que se sometió supusieron, desde el principio, una liberación para Rosana. "Fue una liberación total para mí porque supuso eliminar muchos tabúes. Durante este tiempo, fui siempre por ahí protegida con mi pañuelo en la cabeza, mi prótesis... pero me di cuenta de que, aun así, puedo ser guapa igual y eso es lo que importa, darse cuenta de que todos los días que vivimos son un regalo", cuenta.

Los dieciocho retratos que muestran las distintas emociones vividas por Rosana Roca durante su enfermedad forman parte ya de una exposición inaugurada ayer en el Hula, donde permanecerá hasta el viernes. La muestra –respaldada también por la asociación Somos Unidos por el Cáncer–viajará, probablemente, la próxima semana, desde el día 24 hasta el 29, a O Vello Cárcere.

Trabajo. La serie de retratos todavía no finalizó debido a que, hace solo un mes Rosana fue diagnosticada de otro tumor en la mama sana

"La intención de este trabajo fue expresar, mediante las imágenes, los distintos sentimientos y emociones que se pueden tener en un tratamiento contra el cáncer de mama. Por lo tanto, hay retratos en horas positivas y otros de momentos de bajón, rechazo o rabia. Fue un tema muy difícil, a nivel fotográfico, pero hubo mucha conexión entre nosotras dos y eso ayudó mucho", afirma la fotógrafa Inma Purriños.

Contra todo pronóstico, el trabajo todavía no terminó. El nuevo diagnóstico obliga a hacer una segunda parte para retratar las emociones de este nuevo tratamiento. Es un volver a empezar que se resume con una palabra clásica en el cine: "Continuará".

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