Son de la misma añada, 1978, y llevan más de la mitad de su vida, unos 24 años, entre fogones. La casualidad ha hecho también que en la misma semana hayan recibido dos prestigiosos premios por su arte culinaria. La primavera ha llegado para los cocineros lucenses Héctor López y Álvaro Villasante repleta de éxitos.
Además de congratularse de esa distinción individual, ambos chefs, que también tienen en común que forman parte del grupo Nove, coinciden además en que supone un reconocimiento a la restauración lucense.
"Poco a poco nos vamos posicionando en el mapa. En Lugo hay grandes restaurantes, tanto de cocina tradicional como innovadora, y grandes profesionales. Además, tenemos un producto excepcional", afirma Héctor López, que añade que "cuando viene gente de fuera se queda sorprendida por nuestra calidad, nuestro producto...".
Este cocinero del restaurante España, el negocio familiar en el que trabaja de forma permanente desde 2005, obtuvo, junto a su hermano Paco, el premio al mejor steak tartar de España en el Fórum Gastronómic de Girona, entre cinco finalistas. Los hermanos López alcanzaban el pasado lunes ese culmen con su picaña de buey de raza rubia gallega sobre tuétano, que elaboran con ejemplares criados en su explotación de Portomarín.
Un día después Álvaro Villasante, que en septiembre próximo cumplirá 16 años al frente de su restaurante, Paprica, lograba el primer premio del jurado profesional y el segundo del popular en la VII Gala Show Cooking de Mellor Cociñeiro de Tapas por Galicia, celebrada el pasado martes en el Hotel Monumento San Francisco de Santiago de Compostela.
"Nos tempiños que corren, co difícil que é lidiar coa incerteza que existe, estes premios son un chute de enerxía, de positivismo... Son pingas de amor", dice Álvaro Villasante.
Su plato elaborado a base de bonito del norte con cebollas asadas, jugo de pimientos asados, maracuyá y ternera le permitió imponerse a los otros seis finalistas, uno por cada una de las siete grandes ciudades gallegas.
"Estou moi contento porque esa tapa representa ao 100% a nosa cociña, que se caracteriza polo mar e monte, creativa sen grandes saltos mortais, fresca, que respeta os ingredientes, cun toque xaponés...", asegura el cocinero palense, que añade que "cando un cliente che que di que é a mellor pescada ou o mellor solombo que comeu, ese recoñecemento énchenos o peito e danos forzas porque este non é un negocio é unha carreira de obstáculos".
Cuando se habla de la cocina lucense salta a la palestra que es la única provincia gallega que no cuenta con un restaurante con estrella Michelin. Héctor López, cuyo negocio tiene dos soles de la Guía Repsol, aclara que esa carencia "no quiere decir que no haya buenos restaurantes". Sostiene que "no hay que relacionarlo".
Álvaro Villasante es más crítico, lo atribuye a la falta de recursos económicos para acondicionar los establecimientos y sus servicios a los criterios que establece esta reputada guía.
Debate sobre las tapas
Héctor López y Álvaro Villasante también coinciden en abrir la caja de los truenos cuando hablan de las tapas que se sirven gratuitamente en los establecimientos lucenses con cada consumición, un debate que suele levantar ampollas.
"Tenemos que fomentar que se reconozca la gastronomía lucense por su calidad y por sus productos, no por sus tapas gratis. Hay que ir más allá", precisa Héctor López.
El cocinero del Paprica es más crítico. Considera que hay que darle una vuelta de tuerca a lo que significa el eslogan "...E para comer Lugo". "Concebimos os nosos restaurantes como as nosas casas e regalamos a comida. Entramos na voráxine das tapas, que non pasa en ningún outro lugar de España. Fóisenos das máns", apunta.
"Non se poden regalar 300 ou 400 tapas nun día. Eses cartos deberían investirse en profesionalización, salarios, modernización das instalacións...", agrega Álvaro Villasante.
Este chef también sostiene que el sector está pagando "a débeda histórica da precariedade laboral, soldos, horarios..." y de ahí que los restaurantes no encuentren camareros y cocineros para prestar sus servicios.
Guía Michelin ►En la provincia son seis los establecimientos recomendados
La sala Pelícano de A Coruña acogió el pasado miércoles la gala en la que la Guía Michelin entregó sus distintivos a los restaurantes recomendados en el norte de España.
En la provincia de Lugo son seis establecimientos que cuentan con la enseña roja de Michelin: Mesón do Campo, de Vilalba; Nito, de Viveiro; Javier Montero, de Ribadeo; Coto Real, de Rábade, y Prapica y Os Cachivaches, de Lugo.
Repercusión
Uno de los recomendados en la capital lucense es la arrocería Os Cachivaches, de los hermanos Méndez, Alejandro y Armando. Este último aseguraba ayer que este es "un reconocimiento al trabajo bien hecho".
"Es todo un logro. El restaurante tiene 12 años de historia y es el tercero consecutivo en que somos recomendados por la Guía Michelin", afirmaba Armando Méndez.
Este empresario explicaba que "este premio se traduce en más visitas de turistas" a su establecimiento.