Un hombre condenado a un año de cárcel por darle a otro un fuerte puñetazo en la cara vio reducida a la mitad su condena porque la Audiencia considera que actuó «en legítima defensa», ya que la víctima le propinó antes una bofetada.
La trifulca se produjo el 15 de marzo de 2014. Ese día, sobre las siete y media de la tarde, el acusado discutió con otro hombre en un bar de la Avenida da Coruña, a la altura de la rotonda de Garabolos. En el transcurso del enfrentamiento, el otro hombre le dio una bofetada al acusado, que respondió a la agresión dándole un fuerte puñetazo y tirándolo al suelo. La pelea continuó, y mientras el acusado agarraba a su contrincante, éste cogió un taburete e intentó golpearlo, pero no lo consiguió. Finalmente, varios clientes del establecimiento se acercaron a los dos hombres y lograron separarlos. Como consecuencia del puñetazo, la víctima sufrió un hematoma en el ojo izquierdo y una herida en la frente, en la que tuvo que recibir varios puntos de sutura.
Dos meses después de la pelea, el acusado también acudió al forense con un esguince en un dedo de la mano izquierda y dijo que se lo había causado su contrincante durante la pelea.
Los dos hombres acabaron imputados por un delito de lesiones y fueron juzgados en el Penal número 1 de Lugo. La jueza impuso al acusado un año de cárcel, pero absolvió al otro hombre al considerar que «no quedó acreditado» que las lesiones del denunciante se produjeran durante el enfrentamiento.
El acusado recurrió el fallo y la Audiencia Provincial concluye que el hombre actuó en defensa propia, ya que fue el primero en recibir una bofetada. Según explica, el acusado recibió una torta sin haber provocado a su agresor, por lo que su respuesta «no se observa desproporcionada».
Con este argumento, la Sala le reconoce la eximente incompleta de legítima defensa y le rebaja la condena a seis meses de prisión. El acusado tendrá también que indemnizar a la víctima en 1.269 euros por las lesiones.
Responde a una torta con un puñetazo y el juez dice que fue en defensa propia
La Audiencia de Lugo cree que la reacción fue "proporcionada" y le rebaja la pena de un año a 6 meses
