Operarios de conservación de carreteras repararon este viernes la señal que derribó un camión en la N-VI, a la altura del balneario de Lugo.
Y es que al tráfico ya lento debido a los trabajos en el parque Marcos Cela, a última hora del jueves la situación se complicó definitivamente cuando un camión empezó a verter gravilla sobre la carretera y el tránsito se paralizó.
A ese vehículo pesado se le cayó el material a la vez que golpeaba una de las señales de tráfico elevadas de la carretera. Como consecuencia de esa incidencia hubo conductores que permanecieron más de un cuarto de hora parados esperando a que se solucionara la situación, lo que de nuevo motivó quejas.