Este viernes regresaba al casco histórico una de las fiestas más peculiares de la ciudad, tras dos años de pandemia en la que esta celebración estuvo paralizada. El milagro de San Vicente, en que manó vino la fuente, es una divertida tradición que permite que el público disfrute gratuitamente del vino que mana la monumental fuente de San Vicente de la Praza do Campo, donde se repartieron miles de vasos.
Esta celebración se permitió gracias al patrocinio de Viliga (Vinos y Licores de Galicia), con la colaboración de la Alcaldía, que amplió la cita con animación y un pasacalles que aseguró la diversión en la zona más allá del propio milagro.
Cientos de lucenses se acercaron a esta cita que solo ocurre una vez al año. Allí se repartieron vasos y vinos para todos aquellos que lo solicitasen. Asimismo, los establecimientos de alrededor se beneficiaron de las ventajas que tiene esta celebración en la zona de los vinos lucenses.
PREMIOS DE LUGO MONUMENTAL. El evento comenzó a las 20.30 horas, cuando el vino empezaba a manar de la fuente. No obstante, minutos antes de que se comenzara a repartir el vino, se entregaron los premios de la Asociación Lugo Monumental, como ya era tradicional de otros años. Amparo del Río fue galardonada con el premio a Toda una vida dedicada a la hostelería. Antigua encargada de la Confitería Conde, se la premió por sus muchos años al frente de un establecimiento que hizo disfrutar a los lucenses durante décadas de la mejor repostería.
Pese a que Doña Amparo ya no está presente, su familia acudió a recoger el distintivo. Por otro lado, La Sucursal ha sido el establecimiento elegido para recibir el homenaje al Comercio singular, debido a su larga trayectoria de esta referencia lucense, que no deja duda alguna a la hora de calificarlo de destacado en cuanto al seguimiento de las mejores tradiciones. Finalmente, por acuerdo de los asociados, se nombró Socio de honor a José Piñeiro del Restaurante Tosar, que lamentablemente también falleció hace pocos meses y que fue uno de los más activos y participativos socios de Lugo Monumental.
EL MECANISMO. El mecanismo empleado para hacer el milagro fue relativamente sencillo, ya que contaba con tres grandes bidones en los que se depositó el vino, que a través de tubos alimentarios pudo salir por los tres caños de la fuente barroca de San Vicente. Hay que destacar que el vino no toca la fuente en ningún momento lo que repercute tanto en un uso garantista del monumento, como en la perfecta higiene del evento, algo que la Asociación quiere cuidar meticulosamente.
