La reducción de la velocidad a 90 logra un descenso en el número de accidentes

El balance de los cuatro primeros meses de la normativa en Lugo es positivo, ya que en las 27 vías afectadas se registraron 402 siniestros, frente a los 464 del mismo periodo del año anterior

Accidente registrado en febrero en la Nacional 540 a su paso por Carballedo, que se saldó con cuatro personas heridas. AEP.
photo_camera Accidente registrado en febrero en la Nacional 540 a su paso por Carballedo, que se saldó con cuatro personas heridas. AEP.

El pasado 29 de enero, unos 800 kilómetros de la red viaria de la provincia de Lugo se adaptaron a la nueva normativa -aprobada por el Consejo de Ministros el 28 de diciembre- y limitaron su velocidad a 90 kilómetros por hora. La medida fue aplaudida por algunos conductores, que confiaban en su efectividad, y criticada por otros, que veían en los cambios un afán únicamente recaudatorio.

Tras unos meses después de su entrada en vigor -y con la cautela que requiere hacer balance de un periodo relativamente corto- lo cierto es que la medida se ha mostrado efectiva, ya que la siniestralidad en las 27 vías afectadas registró un descenso, según un balance de los cuatro primeros meses. Así, según los datos que maneja la jefatura provincial de Tráfico, desde el 1 de febrero hasta el 31 de mayo del presente año, el conjunto de dichas carreteras en la provincia registró un total de 402 accidentes (30 con víctimas y 372 sin víctimas), frente a los 464 contabilizados en el mismo periodo del año anterior (48 con víctimas y 416 sin víctimas).

Sin embargo, aunque se han producido menos siniestros con fallecidos o heridos, el número de víctimas es similar en los periodos comparados. En 2019, las vías analizadas se cobraron dos fallecidos y sumaron 7 heridos graves y 59 heridos leves. El año anterior, las estadísticas recogieron un fallecido, 7 heridos graves y 62 leves.

En el conjunto de las vías interurbanas de la provincia, no solo las afectadas por la nueva limitación a 90, de febrero a mayo de este año se registraron 5 fallecidos, 14 heridos graves y 129 leves. En el mismo periodo de 2018, estas cifras fueron 3, 14 y 139, respectivamente.

VIALES. Desde el pasado 29 de enero, los conductores tienen que levantar el pie del acelerador en un total de 20 carreteras autonómicas -CG-2.1 (Monforte-Alto do Faro), CG-2.2 (Nadela-Monforte), CG-2.3 (San Cibrao-Celeiro), LU-111 (Rábade-O Santo), LU-113 (Rozas-Abadín), LU-115 (Outeiro-Castro), LU-120 (Vilalba-Paraxes), LU-121 (O Santo-Moncelos), LU170 (Parga-Cabreiros), LU-232 (Lugo-Friol), LU-530 (Lugo-A Fonsagrada), LU-536 (Sarria), LU-540 (Viveiro-Cabreiros), LU-541 (Rábade-Vilalba), LU-546 (NadelaMonforte), LU-861 (Vilalba-límite de Lugo), VG-2.1 (Monforte), LU533 (Chantada-Escairón), LU-545 (Monforte-Porto Seco) y LU-652 (Bóveda-Estación Brollón)- y en otras siete de titularidad estatal, concretamente en la N-634 (que une Asturias con Galicia), N-642 (por la comarca de A Mariña), N-640 (que discurre por los municipios de Monterroso, Guntín, Lugo y Meira), N-547 (Lugo-Santiago), N-540 (Lugo-Ourense), NVI (Lugo-A Coruña) y N-120 (por la zona sur de la provincia).

En estos viales, Fomento y Xunta cambiaron un total de 378 señales de limite de velocidad.

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