La desesperación que llevan décadas arrastrando los vecinos de la Rúa Tui por los problemas que genera un establecimiento de hostelería de la zona es cada vez mayor y los afectados se sienten ya "completamente impotentes". Los vecinos denuncian una y otra vez como el local Las Palmeras incumple las normas y como la clientela altera gravemente el orden público, unas quejas a las que la Policía Local responde con inspecciones constantes que confirman el contenido de las denuncias. La última redada, llevada a cabo hace tan solo unos días, se saldó con ocho actas por todo tipo de infracciones.
Según confirmó este martes el portavoz policial, "durante el dispositivo se detectaron una serie de irregularidades, levantándose diversas actas de denuncia por infracciones a la Ordenanza de Contaminación Acústica, a la Ley de Emprendimiento y de la Competitividad Económica de Galicia, a la normativa urbanística y de edificación, a la Ley de Salud de Galicia, a la Ley de Medidas Santiarias frente al Tabaquismo, y a la Ley de Prevención del Consumo de Bebidas Alcohólicas, entre otras".
En concreto, los agentes comprobaron que el local tenía la música puesta, a pesar de tenerlo prohibido, ya que tiene únicamente licencia de café bar. Además, detectaron en un local adyacente un ordenador y una pantalla con activación de canciones musicales. Los policías observaron igualmente que el establecimiento tenía instalada una videocámara de reproducción de imágenes de la vía pública sin estar debidamente autorizada por protección de datos.
Por otra parte, las patrullas certificaron que el responsable del local había realizado modificaciones en las instalaciones sin efectuar la comunicación previa y sin contar con licencia municipal. "Se modificó la estructura del local, ya que no se correspondía la zona de acceso a la cocina proyectada en la autorización con la realidad actual", explicó la Policía.
La intervención policial que dio pie a estas denuncias se llevó a cabo por la mañana y todavía había clientes en el interior tomando copas
Los agentes tramitaron también otra denuncia por saltarse las medidas de seguridad establecidas en la normativa urbanísitica, ya que el establecimiento no cumplía la normas de protección de incendios, "al cerrarse la puerta de entrada desde el interior con un resbalón, pudiéndose abrir únicamente desde el interior y estando bloqueada desde el exterior, pese a que el local tiene licencia de café bar", explicaron.
A esta larga lista de infracciones se sumaron además otras denuncias por la falta de indicativos visuales obligatorios, ya que no tenía el cartel de aforo y de código QR, carecía de la señalización de prohibido fumar en el interior del local y tampoco disponía de los carteles de prohibición de consumo de bebidas alcohólicas por menores de edad.
La intervención policial que dio pie a estas denuncias se llevó a cabo por la mañana y todavía había clientes en el interior tomando copas. De hecho, los vecinos denuncian que en el establecimiento se consumen bebidas alcohólicas "prácticamente a cualquier hora" y piden al Concello que ataje de una vez el problema que llevan años soportando. "Es increíble que el local siga abierto. Los vecinos estamos hartos de denunciar los ruidos y las peleas. La Policía no para de hacer inspecciones y denunciar al responsable. Pero aun así, sigue funcionando. No podemos entenderlo. Hay que vivir aquí para entender lo que sufrimos", dicen.
