El barrio de Fingoi se vio sorprendido en la madrugada del domingo por una serie de cuatro fugas de agua producidas de forma prácticamente simultánea que provocaron la indignación vecinal, ya que el problema de repite de forma cíclica. La primera de ellas fue en la Rúa Bataneira, donde la rotura de una cañería produjo un fallo en el suministro de agua que pudo ser solventado por la brigada de aguas del Concello, según informaron fuentes municipales.
Una vez reparada esta avería, los problemas en la red de canalización se multiplicaron. La vía más perjudicada fue la Rúa Figueira, donde se registraron hasta tres fugas de agua en un corto espacio de tiempo. El área de medio ambiente se vio obligada a contratar a una empresa externa para que colaborase en los trabajos de reparación junto a la brigada de aguas, que nunca había vivido una situación de urgencia similar. El Concello decidió crear una partida de 121.000 euros para contratar empresas que ayuden a hacer frente a este tipo de averías.
Dada la gravedad de una de las fugas, esta no pudo arreglarse hasta la mañana del día siguiente, puesto que la cañería de agua rota se encontraba prácticamente pegada a otro conducto de canalización de gas. De esta avería se encargaron en exclusiva los operarios municipales.
Desde el Ayuntamiento destacan que el edil de medio ambiente, Álvaro Santos, se acercó hasta la zona para comunicarle a los vecinos que la fuga sería reparada a primera hora de la mañana dado lo delicado de la situación, como así se hizo posteriormente.
En tanto, el concejal del P Rafael Pérez asegura que el problema persistirá por que "os arranxos que se están a facer non son máis que parches provisionais e piden que de xeito urxente se substitúa toda a canalización desta zona".
A la vez, Pérez solicita la coordinación entre "o servizo de augas que depende do PSOE e o de vías e obras que é competencia do BNG para evitar que puntos onde se reparan fugas tarden semanas, incluso meses en pecharse".
El concejal popular puso como ejemplo de esta situación la fuga de agua que tuvo lugar hace 5 meses en la Rúa Aquilino Iglesia Alvariño, donde a la altura del número 6 aún existe una escombrera que cierra el paso a una escalera de entrada a un edificio, ya que no se arregló el pavimento tras reparar una fuga en la red. El edil del PP asegura que "esta escombreira, e as cintas que cortan o paso dan un aspecto de total abandono".
VECINOS. Las quejas vecinales también se hicieron oír en este caso ya que varios de los inquilinos de la Rúa Aquilino Iglesia Alvariño se vieron obligados "a construir una rampa de acceso al centro social, puesto que la que había quedó dañada después de los trabajos y la gente que accede en silla de ruedas, o los propios vecinos, podemos sufrir un accidente", comenta una vecina.
Esta lucense también matiza que "la fuga se arregló, pero llevamos desde febrero con una zanja y los escombros de la obra en mitad de la calle", continúa, "y esta situación es un peligro. La vía está abierta y nadie medidas", dice.
