El centro de gestión de residuos industriales del Ayuntamiento de Monforte, ubicado en el polígono de O Reboredo, recogió 91.347 kilos de todo tipo de materiales procedentes de obras y otras actividades empresariales. Ese montante fue gestionado durante su primer año de funcionamiento, pues las instalaciones entraron en servicio a finales de 2013, después de que fuesen terminadas por la Xunta en 2009. Desde entonces, estuvieron cerradas porque ninguna empresa se presentó a los sucesivos concursos convocados por el Ayuntamiento para poner en marcha el servicio.
El punto limpio de residuos industriales fue levantado en parcelas municipales como primera fase de una alternativa de mayor calado al cierre del vertedero que hay en la zona de O Castelo, en concreto en la antigua fábrica de cerámicas Arias. Esa área se clausuró al superar su capacidad de almacenamiento.
El centro verde está dedicado al depósito de residuos que, sin alcanzar la categoría de peligrosos, no son aptos para que sean recogidos a través del sistema convencional.
En las instalaciones, que tienen una superficie de 3.687 metros cuadrados, se almacena todo tipo de basura de empresas, como pueden ser chatarra de reformas, tal como aluminio, hierro, madera, cristal, aislante y otros elementos que se suelen retirar de las casas tras una rehabilitación.
Además se recogen en el centro restos de consumibles de oficinas, disolventes, aceites, pilas, baterías, aerosoles, bombillas, fluorescentes, plásticos, embalajes, algunos restos de automóviles y electrodomésticos.
O castelo. El área de acumulación de residuos de obras de O Castelo está pendiente de ser sellada, al igual que se hizo en su día con el vertedero de basuras de la zona de As Lamas cuando comenzó a funcionar Sogama y se construyó una planta de llenado de contenedores con residuos orgánicos en el polígono para su traslado a la central de Cerceda.
En el llamado centro verde, al no recogerse escombros, desde entonces los empresarios y otros profesionales del sector deben deshacerse de ellos por su cuenta a través de firmas especializadas. Por eso, ante tal situación se instaló una empresa privada en los terrenos de la antigua Chacinera, donde se convierten los escombros en arena y otros áridos.
Todavía está pendiente el sellado de la escombrera de la fábrica de cerámica de O Castelo y la creación de un nuevo vertedero
El proyecto. El sellado del vertedero de O Castelo no solo estaba previsto, sino que incluso se contaba con fondos para hacerlo y se manejaba una propuesta de apertura de otro a las afueras de la ciudad. Por cada tonelada que se depositaba en el recinto, un porcentaje iba destinado a las arcas municipales para eliminarlo y crear otro.
Entre las propuestas que se manejaron figuraba la habilitación de una gran área en terrenos cercanos a la pista del canal de regadío, más arriba de la antigua Chacinera, sobre los que ya había un compromiso con sus dueños.
