Alume, asociación que agrupa a personas con enfermedad mental y a sus familias, y Asorlu, de la que forman parte personas sordas o con problemas severos de audición, recibieron este miércoles sendos cheques de 2.000 euros. Les fueron entregados por la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, y por un representante de Ecoembes en Galicia, Bruno de Llano, ya que fueron logrados gracias a la iniciativa Reciclos, que permite a los vecinos reciclar latas y botellas de plástico y a la vez colaborar con entidades sociales de la ciudad.
Para hacer uso de este sistema de devolución y recompensa, los ciudadanos solo tienen que descargarse la app gratuita Reciclos y escanear el código de barras de la lata o botella de plástico que quieran reciclar antes de tirarlos al cubo de la basura. Una vez en la calle, cuando acuden al contenedor amarillo con su bolsa de envases, deben escanear el código QR que hay en el recipiente. Si se está en la calle con una lata también se puede escanear su código y tirarla directamente al contenedor, escaneando igualmente el código que hay en este.
Con cada lata o botella escaneada, el ciudadano recibe un reciclo o punto para acumular y participar en sorteos de regalos o para convertir en dinero, que Ecoembes entregará después a una entidad social. Los puntos tienen un límite semanal con el fin de que los ciudadanos no solo reciclen más y mejor sus envases sino también para que consuman de forma responsable, según explica Ecoembes.
Las entidades sociales beneficiadas son las que el Concello propone a Ecoembes. La administración optó por seguir el orden alfabético, por eso las primeras perceptoras han sido Alume y Asorlu. La siguiente será Acadar, que agrupa a mujeres y niñas con discapacidad, porque este proyecto "viene para quedarse", aseguró el representante de Ecoembes.
El presidente de Alume, Manuel Fernández, agradeció la iniciativa a Ecoembes y al Concello porque sirvió a los miembros de Alume para, en primer lugar, concienciarse más sobre la importancia del reciclaje e introducir este concepto en sus dinámicas de rehabilitación. También les sirvió para dinamizarse, y ayer muchos de los usuarios de Alume que llevan meses colaborando en el proyecto acudieron junto a Fernández a recibir el cheque, que contribuirá al mantenimiento de los servicios que ofrece la asociación. "Todo axuda", afirmó Fernández.
Asorlu destinará su parte al servicio de intérpretes de lengua de signos, según explicó su presidente, Daniel Lourés. Se trata de una prestación crucial para las personas sordas y en general escaso en la sociedad.
De hecho, Lugo no solo ha sido la primera ciudad de la provincia en sumarse a este proyecto de Ecoembes sino que, de entre todas las urbes gallegas que participan en él, es la que tiene la mayor ratio de colaboración ciudadana, ya que hay unos 5.300 usuarios.