Un reciclaje que da recompensa

En Lugo funcionan y once máquinas en las que se pueden depositar envases de forma retribuida. El sistema no para de crecer

Máquinas de reciclado selectivo situada en la tienda Serendipia. SEBAS SENANDE
photo_camera Máquinas de reciclado selectivo situada en la tienda Serendipia. SEBAS SENANDE

Reciclamos Juntos aterrizó en Lugo hace a penas tres meses con siete máquinas que pretendían fomentar y premiar la acción del reciclaje mediante su retribución -con vales canjeables en los establecimientos en los que se sitúan-. A día de hoy, son once los aparatos que funcionan en la ciudad, los que "acabarán siendo 20 y funcionarán a través de una tarjeta o app móvil", según informa uno de sus tres directores en la comunidad gallega, el lucense Óscar Seijas.

"Las máquinas funcionan perfectamente y están siendo un boom, pero debemos ir poco a poco para cumplir con el ratio población/número de aparatos", asegura Seijas. Asimismo, expone que "todo proceso debe de seguir un protocolo y unos pasos", y que la app móvil lograría solventar uno de los problemas que están detectando: "Queremos reciclar y estamos generando papel con cada recibo de reciclado. Todo el mundo lleva un smartphone encima, por lo que estamos trabajando para incluirlo en el proyecto", continúa.

Estas máquinas están destinadas a "premiar la acción de reciclar". Los usuarios acuden a los distintos puntos con sus envases, que pueden ser plásticos o latas de hierro o aluminio. A continuación, la máquina identifica el código del recipiente y estima un valor económico en función de su tamaño y composición, para luego emitir un vale -de uno a cinco céntimos-que se podrá canjear en la tienda en la que se sitúa el aparato.

Los envases recogidos son posteriormente llevados a un comprador que los reutiliza. Este paso, afirma Seijas, es "muy sencillo gracias al proceso de reciclaje selectivo», ya que separa los productos y permite una «clasificación automática".

El buen rendimiento y valores que desprende está iniciativa no está pasando desapercibida por los empresarios de la ciudad

En cuanto a los recipientes no configurados, se dejan en una papelera independiente para su posterior inclusión en el sistema. Un procedimiento que "es el presente, y será el futuro", ya que "combate una problemática palpable que afecta a todos", ante la que "es necesario actuar cuanto antes".

El buen rendimiento y valores que desprende está iniciativa no está pasando desapercibida por los empresarios de la ciudad, ya que como bien asegura el director del proyecto, "hay mucha gente interesada en sumarse, algunos para hacerlo de forma independiente, y otros, para unirse a la propia franquicia". Unas incorporaciones que "deben consensuarse" ya que su prioridad es la de "crecer estables y poder garantizar que las máquinas están bien atendidas", para así poder llegar a las 200 que pretenden instalar en toda la comunidad.

A pesar de que el funcionamiento de las máquinas es "bastante sencillo", no es la primera vez que "no se puede culminar el proceso de reciclado por un mal uso de estas", ya que la clave está en "introducir el recipiente en ellas, no en lanzarlos", una situación que se acentúa especialmente en la ciudad lucense. Seijas apunta además que "no es necesario que el envase vaya acompañado de su tapón correspondiente, hay personas que no colaboran con la iniciativa por guardar los tapones para otras causas solidarias, siendo inconscientes de que son compatibles".

Ganamos Reciclando fue la primera empresa en España en incorporar máquinas de reciclaje con incentivos. Nació "de la necesidad de conciencia ciudadana sobre el reciclaje". Reciclamos Juntos surge como empresa franquiciada de este proyecto, la que fue conseguida por tres gallegos -dos vigueses y un lucense- que decidieron que era el momento de acercar esta iniciativa a la comunidad.