Recatelo despide al Esquina, un bar de referencia

Los hermanos Avelino y Manolo López se jubilan tras estar juntos 38 años al frente de su local de hostelería
 
Avelino y Manolo López Castro cerrar4án el día 31 de marzo
photo_camera Avelino y Manolo López Castro cerrarán el día 31 de marzo. SEBAS SENANDE

Pocos lucenses que hayan pasado por Recatelo no han hecho un alto para tomar una cerveza o un vino en el bar Esquina, acompañados de un contundente pincho o tapa o los dos a la vez. El socorrido nombre de este local que es un referente en la hostelería de este barrio se debe a que está ubicado en el cruce de las calles Isaac Díaz Pardo y Vila de Sarria, que ambas son peatonales.

Sus caras visibles, los hermanos Avelino y Manolo López Castro, se jubilan tras estar al frente de este establecimiento durante casi dos tercios de sus vidas, 38 años. Abrieron en 1985. Antes habían hecho sus pinitos en la hostelería en otro histórico de la capital lucense, el Veracruz, que continúa abierto en la Praza do Bispo Odario, entre la Ronda da Muralla y la Rúa Xermán Alonso.

El adiós de este bar de los de toda la vida, que es el vicedecano de los establecimientos de hostelería de Recatelo que siguen en las mismas manos -Gerardo Váquez lleva un año más al frente del Manger-, se producirá en un par de semanas. La despedida tendrá lugar el próximo 31 de marzo.

Ambos hermanos reconocen que sienten "un poco de morriña" ante su adiós y que le están profundamente agradecidos a sus clientes por su fidelidad. Aunque el menor de ambos, Avelino, precisa que "desde que nos planteamos jubilarnos, ya nos tarda que llegue el día". Sus planes para su retiro pasan por "descansar y hacer algún viaje".

Sobre cómo han podido aguantar durante tantos años compartiendo el mismo negocio, aseguran que "discusiones siempre hay, pero trabajamos y vivimos juntos".

Avelino y Manolo López vinieron al mundo en la década de los 50 del siglo pasado en Vilarín do Monte, una aldea de Pedrafita. Recuerdan que cuando eran niños tardaban una hora a pie en ir desde su casa hasta O Cebreiro para asistir a la romería del Santo Milagro, que se celebra en el mes de septiembre.

El Esquina es más conocido que por este nombre por los de pila de sus socios y antaño también lo era por el bar del morro, pues la tapa que cautivaba a más clientes era la elaborada con esta parte de la cabeza del cerdo, cocida.

VIENTOS FAVORABLES. La pandemia les hizo reorganizar sus horarios y sus servicios. Abren de 11.30 a 15.00 horas y de 18.00 a cierre y han prescindido de las tapas de cocina. Apuestan por las calientes a la plancha, como el raxo y el bacon, y los pinchos fríos, como el minibocadillo de jamón serrano y la empanada. No suelen faltar tampoco los cuencos repletos de patatas chips y de cacahuetes.

Mientras que para otros locales de hostelería la emergencia sanitaria fue una losa, para el bar Esquina supuso un impulso. "Nunca trabajamos tanto. Nunca servimos tanta cerveza como ahora, casi la mitad más que antes de la pandemia", asegura el menor de los hermanos, que ejerce de portavoz.

Cuentan que hay clientes habituales que los viernes por la tarde ya llegan a las 19.00 horas para ocupar una de las preciadas meses del establecimiento.