El regidor de Pedrafita, el socialista José Luis Raposo Magdalena, se convirtió el 24-M en el alcalde con más apoyos de toda la provincia, al acaparar su candidatura tres de cada cuatro votos depositados en las urnas en ese municipio (un 75,28% ).
Lejos de acusar el desgaste después de casi 30 años, Raposo no solo ha mantenido intacto su tirón electoral, sino que incluso ha salido reforzado, al subir el porcentaje de votos al PSOE en relación a hace cuatro años, cuando obtuvo el 71,44% de los sufragios. Los resultados del domingo harán que los socialistas tengan siete de los nueve concejales de la corporación, como en el último mandato, aunque Raposo se ha quedado a apenas un puñado votos de dejar como único concejal del PP a su líder, José Fernández, ya que los populares han logrado un segundo edil por los pelos.
Otros cuatro alcaldes lucenses, dos de ellos del PP y dos del PSOE, pueden presumir de haber superado también en la noche electoral la barrera del 70% de los votos, aunque con algún apoyo menos que Raposo. Se trata, por este orden, de Julio Yebra, de Carballedo; José Manuel Mato, de Paradela; Miguel Ángel Sotuela, de Ribas de Sil, y Lino Rodríguez, de Pol -que ayer fue noticia por un registro judicial en el concello-. Tienen en común que ya cuentan con una dilatada experiencia en ese cargo, especialmente Mato, regidor desde las primeras elecciones democráticas, en 1979.
Un paso por detrás se ha situado un club formado por hasta 14 alcaldes -diez del PP y cuatro del PSOE- que el 24-M acapararon entre el 60 y el 70 de los votos. Está liderado por otro regidor histórico, el popular José María López Rancaño, de Abadín, que sigue sin perder fuelle en las urnas tras 32 años en el cargo.
TRABAJO Y EQUIPO, CLAVES. El alcalde lucense con más apoyos, José Luis Raposo, atribuye sus buenos resultados electorales ''ao traballo constante e ao gran equipo de persoas que teño arredor''. Asegura que no tiene otra explicación para haber logrado más del 75% de los votos depositados en las urnas de Pedrafita, porque ''non fixen campaña electoral, non son eu ninguén para dicirlle á xente o que ten que votar e nin sequera puxen interventores''.
Raposo sabe que ese gran respaldo de sus vecinos le da ''lexitimidade para dicir certas cousas, pero o pasado mandato queimoume a saúde e non me podo enfadar''.
