GERENTE DEL ÁREA SANITARIA DE LUGO

Ramón Ares: "El virus llegó más tarde y nos dio tiempo a prepararnos"

▶El área sanitaria de Lugo es la que está en mejor situación epidemiológica de Galicia y la que tiene algunos de los mejores indicadores de España. El gerente admite que la entrada más tardía del virus dio algunas semanas de ventaja. Ahora prepara el lentísimo regreso a la vida normal
Ramón Ares, en el Hula. PEPE TEJERO
photo_camera Ramón Ares, en el Hula. PEPE TEJERO

Justo antes del inicio del desconfinamiento, el doctor Ares repasa lo ya hecho y avanza lo que queda ante la pandemia.

Bajan las hospitalizaciones en planta y Uci y la tasa de PCR positivas, que llegó a ser del 30% está ahora por debajo del 3%. Imagino que considera superada la primera fase de la pandemia en Lugo.
Estamos en fase de resolución. No finalizó totalmente porque seguimos teniendo pacientes ingresados y seguimos haciendo pruebas con resultado positivo, aunque es verdad que muchas de ellas son repeticiones. Por ejemplo, de pacientes que están finalizando el período de seguimiento y se les hace para comprobar si hay negativización en la PCR. Esas son la mayoría de positivos que nos salen. Los de nuevos pacientes son muy poquitos

¿Qué cosa ha aprendido de esta primera fase? ¿Qué cambios se han hecho que hayan llegado para quedarse?
Lo que aprendimos es que tenemos que acostumbrarnos a esta nueva situación, en la que todo el mundo es susceptible de infectarse con este nuevo virus porque no tenemos capacidad alguna de defensa. Sí aprendimos que se transmite con cierta facilidad, que provoca mayoritariamente síntomas leves, pero que en determinados casos se complica, de forma muy rápida y, a veces, de forma muy dura, llevando a la gente a la Uci e incluso provocando la muerte en algunos casos. Sabemos que la incidencia no es igual en todos los estratos de la población y algunos son mucho más vulnerables y más susceptibles a padecer formas más graves. Y sabemos que esto viene para quedarse, el virus no va a dejar de existir, sino que va a seguir circulando y tenemos que aprender a convivir con él. Hasta que tengamos inmunidad suficiente o una vacuna que nos pueda dar de forma secundaria esa inmunidad, va a modificar nuestros hábitos de convivencia, de trabajo y de relación.

¿Qué cosa haría de forma diferente de volver a empezar ahora?
Hay cosas que serían más fáciles porque ahora tenemos más información. Las primeras semanas por desconocimiento, por miedo, porque no sabíamos cuál iba a ser la incidencia, fueron las más difíciles. Fueron semanas de preparación. Imagino que en los sitios donde hubo mucha incidencia y el virus circuló mucho la preparación y la forma de actuar hubiera sido muy distinta de como fue. Enuestro caso, debido a ese retraso en la entrada del virus que tuvimos con respecto a otras zonas, hicimos muchas cosas que probablemente queden en los planes de contingencia como medidas que hay que tomar al inicio. Pudimos hacerlas por el conocimiento de otros sitios y por las semanas de preparación que tuvimos.

Todo esfuerzo merece la pena para que el número de fallecidos sea elmenor posible

La tasa de letalidad de Lugo es la menor de España, después de Melilla, y la mortalidad la más baja de Galicia tras el área de Pontevedra. ¿A qué atribuye esa aparente ventaja, además de a tener más tiempo de preparación?
La circulación del virus pudo ser menor que en otros sitios. Llegó más tarde y tuvimos más tiempo para prepararnos. Toda la estructura sanitaria pudo amoldarse para dedicarse a esta pandemia, pudimos dedicar todos los recursos al tratar menos casos que otras zonas, con lo que se pudo hacer de forma más organizada. La prematura detección de posibles complicaciones con el uso de la plataforma Telea también ayudó. También, en el caso de la letalidad, lo hizo iniciar los tratamientos de forma precoz en planta gracias a esa detección precoz de complicaciones. Eso influye para evitar que evolucionen a formas más graves y hace que ingresen menos en la Uci. La letalidad se produce, sobre todo, en población mayor y con patología previa. Ahí el trabajo que se hizo en las residencias ayudó mucho a que hubiese una menor penetración. Al mismo tiempo, ayudó que hubiese menos circulación el virus, con lo que hubo menos contagios de los trabajadores, de los proveedores que llevaban los productos o de los familiares, cuando todavía les estaba permitido visitar a sus familiares. Las residencias se cerraron con mucha antelación, antes que en otros sitios. Ayudó el trabajo que estuvo haciendo Geriatría, antes de que empezara la pandemia con un grupo de ellas y que después trasladó a todas las del área sanitaria. También la labor de los propios trabajadores de las residencias, al seguir las medidas de aislamiento, cambiar circuitos, adaptar turnos de trabajo... Todo ayudó a que la penetración en las residencias fuese mucho menor que en otras áreas, que de esta manera hubiese menos personas muy vulnerables infectadas y que la mortalidad fuese menor.

Esa escasa transmisión del virus también se verá confirmada por los datos de los estudios epidemiológicos, imagino. ¿Observan discrepancias entre los casos confirmados y los que van apareciendo ahora?
Lógicamente tiene que haber concordancia. Si hubo poca circulación del virus, hizo que hubiera pocos contagios y pocos casos con afectación clínica y aún menos con afectación grave. El estudio de seroprevalencia mostrará que la prevalencia es menor que en otras áreas de Galicia, es lo que se espera.

Es fundamental detectar cualquier infección que tenga síntomas clínicos y actuar de forma precoz y tajante para abordarla

Hasta ahora la escasa transmisión del virus en Lugo ha sido una ventaja, ¿será a partir de ahora un inconveniente?
No tenemos que verlo así. Si medimos riesgos, es cierto que el ‘peaje’ que hubo que pagar es mucho menor. Todo esfuerzo merece la pena para que el número de fallecidos sea el menor posible. Lo que tenemos que asumir es que tenemos una realidad distinta, que debemos afrontar con muchísimo cuidado. Todos, nosotros y el resto de áreas donde hubo más circulación que aquí. Cuando vayamos volviendo a la actividad normal, tenemos que mantener todas las medidas de seguridad que estuvimos manteniendo desde que empezó la pandemia, detectar precoz cualquier infección, hacer un seguimiento de todos los contactos, ser muy rápidos en aislar los contactos... Esto es lo que aprendimos en la primera fase: que las medidas de control son muy importantes, que es fundamental detectar cualquier infección que tenga síntomas clínicos y que hay que actuar de forma precoz y tajante. El virus va a estar ahí pero el objetivo es evitar un brote agudo, una situación que pueda poner en tensión nuestro sistema sanitario y que no nos permita dar una atención de calidad.

¿Cómo se va a volver a la normalidad en el hospital y dentro de qué marco temporal trabajan?
Tenemos claro que la concentración de gente en un espacio pequeño es algo que tenemos que evitar. Debemos insistir, en el caso de la patología urgente, en que tenemos su atención absolutamente asegurada para prestarla con todas las garantías. Del resto, empezamos por la patología prioritaria, que ya tenemos seleccionada en los distintos servicios y a partir de ahí, poco a poco, iremos atendiendo el resto de la patología. Lo haremos con los principios básicos de seguridad de paciente y de los profesionales, con menos concentración de gente, consultas más espaciadas, más limpieza, uso de mascarillas...

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