Le quitan la tutela de sus hijos a un padre por tener "estrés" y se niega a entregarlos

Política Social declaró a los niños en desamparo alegando que el hombre está "desbordado" y los menores tienen malos resultados académicos
El afectado muestra las resoluciones de la Xunta que declaran a sus hijos en desamparo. EP
photo_camera El afectado muestra las resoluciones de la Xunta que declaran a sus hijos en desamparo. EP

La Xunta de Galicia declaró a sus hijos de 11 y 15 años en desamparo alegando que los menores "están inmersos en un contexto familiar de estrés crónico que limita su bienestar y su desarrollo". La administración asumió la tutela de los menores y le dio de plazo hasta el pasado día 12 para entregarlos, pero este padre lucense se negó a llevarlos al centro que le indicaron y asegura que no piensa separarse de los niños.

"Mis hijos le dijeron a los técnicos que quieren estar conmigo y nadie les hace caso. Los he criado yo solo desde que su madre se marchó cuando el pequeño tenía 8 meses; el mediano, tres años, y la mayor, cinco. Nunca les faltó nada, sobre todo cariño. Yo trabajo todo lo que puedo para ellos. Van a clase, a actividades, al médico. Puede que saquen malas notas, pero, ¿me quitan a los niños por eso? Es surrealista", lamenta.

Este padre -que tiene otra hija de 16 años que ya está emancipada- explica que los niños viven "con pánico" el momento de la separación. "Lloran abrazados a mí y no pienso separarme de ellos. Antes muero. Me da igual lo que me pase. Haré una huelga de hambre, me encadenaré, o lo que haga falta. Solo quiero que un juez escuche a mis hijos y detenga este sinsentido", dice.

Tenía que llevar a los niños el pasado día 12 y no lo hizo. "Lloran abrazados a mí y no me pienso separar de ellos. Antes muero", afirma

La Xunta explica en su resolución que en junio de 2009 se abrió un expediente de protección de los menores después de que la trabajadora social del centro de salud Illas Canarias informara de que el padre presentaba "un estrés elevado", por lo que se derivó a los progenitores a los servicios sociales del Concello y al programa de integración familiar (EIF) de la Fundación Meniños.

En junio de 2011, el juzgado de Primera Instancia 2 de Lugo le atribuyó a Manuel la custodia de los menores y en el mes de octubre el EIF concluyó que el padre les ofrecía a los menores "un contexto de protección", por lo que se archivó el expediente. En 2016, se reabrió con respecto a la hija mayor, que tenía 14 años, ya que el propio padre pidió ayuda en la Xunta porque la adolescente "no cumplía las normas de convivencia y salía por las noches". En ese momento, la niña decidió irse con la madre y le dijo a los servicios sociales que su padre empleaba "castigos físicos" con su hermanos, aunque posteriormente lo desmintió y aclaró que fue "un acto de rebeldía" hacia su padre.

Aun así, a raíz de las declaraciones de la menor, en marzo de 2017 se reabrió el expediente de protección con respecto a sus dos hermanos, "teniendo en cuenta que el progenitor se encontraba desbordado". Posteriormente, los centros escolares (colegio e instituto) en los que estudiaban los niños explicaron que ambos tenían "un desfase curricular notable" y que el mayor tenía además varios expedientes abiertos por alteración del orden y de la convivencia.

"Puede que yo necesite ayuda, pero mis hijos no están desamparados"

Los técnicos del EIF volvieron a intervenir y concluyeron que el padre se encontraba "inestable" a nivel emocional y "no aceptaba sus limitaciones para mantener una organización familiar", por lo que Política Social declaró a los menores en situación de desamparo y asumió su tutela.

La Xunta reconoce que, el pasado 18 de septiembre, los técnicos hablaron con los dos niños y les explicaron que podrían ingresar en un centro, pero los menores dijeron que querían seguir viviendo con su padre y que, antes de ir a un centro, preferían intentar residir con su madre, con la que ya pasaron alguna temporada. Sin embargo, durante los últimos años, la mujer no acudió a las entrevistas en la Xunta, fue condenada por abandono de familia y "no consta que solicitara la guarda y custodia de los niños".

"Puede que yo necesite ayuda, pero mis hijos no están desamparados. Comen, están aseados, llevan una vida ordenada y son niños queridos y atendidos. El mayor no quiso estudiar, pero ahora hace un módulo de cocina y está encantado", dice. Este padre solicitó el lunes al juzgado que adopte medidas cautelares urgentes para paralizar la ejecución de la resolución de desamparo.

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