La quema de contenedores en las calles de la capital lucense costó el año pasado cerca de 20.000 euros –en concreto 19.800–, según las estimaciones realizadas por el Concello. A lo largo de 2020, las llamas calcinaron un total de 22 depósitos de basura instalados en diferentes zonas de la capital y la mayor parte de los incendios fueron intencionados, por lo que la acción de los vándalos no resultó barata, ya que el coste de reposición de cada contenedor asciende a 900 euros.
Además, al precio de los contenedores hay que sumarle también el coste que acarrea la intervención de los efectivos antiincendios y de los servicios municipales de limpieza, que tienen que intervenir cada vez que se produce un suceso de estas características.
En el primer semestre del año, los bomberos sofocaron incendios en doce contenedores instalados en Carril das Flores, Serra Gañidoira, Lamas de Prado, Serra de Outes, Monte Picato, Ronda da Muralla, Alfonso X O Sabio y Avenida de Madrid, entre otras, casi todos en horario nocturno. Esa oleada de fuegos intencionados puso en vilo a las fuerzas y cuerpos de seguridad, que incrementaron la vigilancia. Así, en el mes de julio, la Policía Local detuvo a un incendiario tras quemar tres contenedores en un tramo de apenas 300 metros, en el barrio de A Milagrosa.
En aquella ocasión, el arresto del hombre, de 41 años de edad, fue posible gracias a la colaboración vecinal, ya que una viandante vio cómo el hombre le prendía fuego a un depósito metálico para papel y cartón en la Rúa Otero Pedrayo. La mujer facilitó una pormenorizada descripción de sus características físicas y de su indumentaria y los agentes consiguieron localizarlo poco después en la Avenida da Coruña. Sin embargo, la quema de contenedores continuó en el segundo semestre y elevó la cifra a 22.
MAL INICIO. Y si 2020 dejó un reguero de depósitos destrozados por las llamas en la capital lucense, 2021 no empezó mejor. Solo el fin de semana del 15 al 17 de enero, los bomberos tuvieron que sofocar tres incendios en contenedores ubicados en Rúa da Illa de Ibiza y Montero Ríos.
En esta última, los agentes de la Policía Nacional tuvieron que desplazar un contenedor hasta la mitad de la calle para evitar que las llamas se extendieran a los vehículos estacionados en las inmediaciones. Las fuerzas y cuerpos de seguridad abrieron una investigación para tratar de dilucidar la autoría de los fuegos.
