La barreras arquitectónicas que todavía presentan dos de los centros de salud de la ciudad, el del Sagrado Corazón y el de San Roque, vuelven a ser motivo de quejas de pacientes y usuarios.
El más antiguo de los dos, abierto hace más de tres décadas en los bajos de dos de los edificios de la promoción de la Caja de Ahorros en el Sagrado Corazón, es el que más reclamaciones genera debido a su mala accesibilidad, ya que los usuarios y trabajadores del consultorio tienen dos tiros de escaleras para acceder a sus respectivas consultas y despachos. De hecho, a pesar de estar en un bajo, el centro de salud llega a tener hasta tres niveles distintos de altura, a los que se accede única y exclusivamente por escaleras, sin que exista actualmente rampa ni tampoco ascensor.
Un usuario llegó a calificar de "indignante" que un centro de salud, al que acuden en su mayoría personas mayores, no disponga de elevador ni rampas en su interior. Así, explica que la sala de extracciones se encuentra en la planta más baja y es frecuente que pacientes de este servicio con movilidad reducida tengan que ser ayudados por otras personas a subir o bajar las escaleras. Este afectado recuerda que él mismo tuvo que acompañar a su abuelo, que necesita usar muletas, para ayudarle a llegar hasta la sala de vacunación de la gripe.
"Parece mentira que esto ocurra en un centro de salud, porque lo único que ponen son trabas para gente mayor, sillas de ruedas, carritos...", comenta. Añade que hoy en día para abrir un local comercial se exige "rampa o ascensor y baño adaptado, que tampoco lo tiene", pero se lamenta de que en el centro del Sagrado Corazón "esto se obvie".
Otro usuario del centro de salud de San Roque también denuncia que sigue sin resolverse el problema de accesibilidad a este edificio, cuya entrada principal está en una calle con una gran pendiente. Exige una solución dado que es en invierno cuando más riesgo hay de caídas entre los pacientes.
