Queja por otra maniobra brusca de una chófer de bus urbano en Lugo

Una usuaria en muletas de la conflictiva línea de Camiño Real dice que sufrió daños al arrancar la conductora sin esperar a que se sentara

Un bus urbano por la Ronda da Muralla. J.VÁZQUEZ (AEP)
photo_camera Un bus urbano por la Ronda da Muralla. J.VÁZQUEZ (AEP)

La línea 1 del bus urbano volvió a ser en el último mes motivo de reclamación por parte de los usuarios debido a una nueva maniobra brusca del autobús a su paso por Camiño Real. Si en febrero llegaba a la comisión municipal de quejas y sugerencias una protesta de un ciudadano que aseguraba que un bus, que se arrimó demasiado a la acera a su paso por el cruce de esta vía con Concepción Arenal, había estado a punto de llevarse por delante a su mujer, en marzo otra usuaria que presentó una reclamación en el Concello dice haber sufrido daños al tener que apoyar una pierna lesionada después de que la chófer arrancase antes de que pudiera sentarse.

La afectada por el último incidente se había subido al bus en una de las paradas de Camiño Real y, según relata en un escrito, le dijo a la conductora que su billete se lo pagaban sus acompañantes. La mujer, que detalla que se apoyaba en muletas tras haber sido operada de una rodilla, dijo que la chófer no esperó a que acabasen de pagar los tiques para arrancar, lo que le hizo perder el equilibrio y, tras caerse una de las muletas, tuvo que apoyarse en la pierna dañada. La mujer añade que tras pedir a la conductora que esperase para poner el bus en marcha, esta hizo caso omiso y arrancó, aunque más despacio. Sin embargo, explica que al parar en el cruce con la Ronda, la chófer se encaró con ella y mantuvo un discusión que luego siguió cuando la afectada se bajó en la Rúa Vilalba. "Ela parou, saíu do asiento, riuse de min e díxome "fixenche algo?", comenta la mujer, quien indica que acto seguido la conductora la amenazó con llamar a la Policía y le hizo fotos con el móvil.

Tras el incidente, la ciudadana explica que se dirigió en taxi a la sede de la Policía Local para dar cuenta de lo ocurrido y que luego tuvo que tomar calmantes para el dolor y poner frío en la lesión.

Finalmente, la afectada pide que se "tomen as medidas oportunas para que isto non volva ocurrir" y señala que no cree que "persoas con mobilidade reducida, sexa temporal ou non, se fagan as vítimas para coller un autobús". También considera que "a perda de tempo mentres unha persoa senta compensa a todo o mundo".

El incidente, por el que la mujer demanda una rectificación de la chófer o la empresa y una compensación de los gastos ocasionados, se suma a la queja por excesiva velocidad de los buses en esta línea que se había denunciado el mes anterior. En esa ocasión, el hombre que presentó la reclamación relataba que cada vez que se sube al bus en esa línea, "se te salen las tripas en el viaje", porque son habituales los "acelerones" y los "frenazos". El Concello había respondido a esa queja alegando que se había verificado que la conductora asignada ese día al servicio no superó la velocidad máxima permitida durante la jornada.