Queda libre un ladrón porque no había patrullas para llevarlo al juzgado

La Policía llevaba varias semanas detrás de él, sin más empeño que el apropiado para un ratero de poca monta que era el principal sospechoso de haber reventado una máquina expendedora del Hula. Al final, lo localizó el lunes por la mañana y lo detuvo. A las ocho de la tarde, salía de la comisaría por la misma puerta por la que entró, con una orden judicial de puesta en libertad.

La jueza de Instrucción 2, en funciones de guardia, recibió el aviso de que el detenido no podía ser puesto a disposición judicial porque en ese momento no se disponía ni de vehículos policiales ni de efectivos para hacer el traslado. La magistrada hizo llegar a comisaría un auto en el que decretaba su inmediata puesta en libertad, al considerar que la carencia de medios no era motivo suficiente para mantener al acusado en el calabozo durante más tiempo, ante el riesgo además de que tuviera que pasar allí toda la noche.

Consultado este lunes por este diario, el portavoz oficial de la Policía Nacional eludió ofrecer cualquier explicación: "No vamos a entrar", indicó, "en valorar el auto judicial. Los medios de la Policía son los precisos para garantizar la seguridad ciudadana en la ciudad. Y todo servicio que se nos requiere por parte de los juzgados es atendido".

SIN AGENTES. La visión que se ofrece desde los principales sindicatos policiales de la ciudad es bien diferente, y en el diagnóstico coinciden tanto Miguel González, de la UFP, como Diego Fernández, del SUP, que llevan años alertando de una situación que consideran "crítica".

"Hay déficit de personal hasta el punto de que en algunos momentos solo hay una patrulla o dos para la calle", explica Diego Fernández, que considera que esta ausencia de medios es algo generalizado en las comisarías de toda España.

"En Lugo", apoya Miguel González, "tenemos una déficit de plantilla de quince agentes, y sin embargo hace más de dos años que no se convoca ninguna plaza para Lugo. Y la situación en las comisarías de Monforte y Viveiro es parecida".

A la esta carencias se une, además, que "desde hace unos cuatro o cinco años ni siquiera nos mandan ya los treinta agentes en prácticas que solían llegar cada año, que a nosotros nos daban la vida", apunta el representante del SUP, sindicato que precisamente ha convocado para este martes una concentración de protesta ante la comisaría para expresar su desacuerdo con la situación general.

El caso de Lugo es además el más grave de todas las provincias gallegas, porque en las demás cuentan con Unidades de Intervención Policial (UIP) propias y con Unidades de Prevención y Reacción (UPR). "Incluso en Ourense", detalla Diego Fernández, "les concedieron media UPR, que son once efectivos, con sus medioas y su financiación. Lugo es la única de Galicia que no la tiene, y esos once hombres para nosotros serían un soplo de aire. Pero las cosas están así".