Pulpo y otros platos excelentes

El caldeira goza de una reconocida fama como pulpería, pero no destaca únicamente por ese cefalópodo al estilo feira, servido en raciones abundantes y bien aderezadas, que está entre los mejores de la provincia. La buena mano de su cocinera, Ana Belén Fernández, que regenta el establecimiento junto a José Fraga, se nota en muchos platos. Uno de los más representativos es la milhojas de verduras, una lograda y creativa combinación de berenjena, jamón serrano y queso de cabra y del país.

Las carnes son un referente gastronómico en el municipio fonsagradino y en la propia Pulpería Caldeira, donde también son muy solicitados productos del mar como el bacalao al horno. El gigantesco lomo del pescado, preparado a la gallega, se deshoja con facilidad, lo que evidencia su calidad. El rape en salsa es otra delicia.

Entre los entrantes, junto al omnipresente pulpo, vale la pena probar unos soberbios chipirones a la plancha o las zamburiñas, también a la plancha y acompañadas tan solo de un chorro de buen aceite, sin ajo u otros añadidos.

Al hablar de las carnes rojas hay que destacar tanto el chuletón de ternera como el de vaca. La picaña está entre las opciones con mayor demanda, en competencia con otro plato estrella: el contundente cachopo. A los dos grandes filetes de ternera se suma el sustancioso relleno de jamón y queso. En esta época invernal también se preparan cocidos. El raxo es otra propuesta con un notable tirón.

Entre los postres destaca la tarta de queso, con una textura muy cremosa, casi líquida, los flanes de queso o de café y la torrija con bola de helado. Además, tiene mucho renombre el yogur casero con nueces, servido en una pequeña olla. El conjunto lleva como complemento una tarrina de miel para que el cliente se sirva a su gusto.

Aunque con su aspecto exterior nos hace suponer que entramos en una casa tradicional de comidas, la Pulpería Caldeira es un establecimiento moderno, con una decoración muy acogedora. Es un espacio que invita a entrar a tomar un vino y que cuenta con una zona de mesas cercanas a la barra muy idóneas para el picoteo, a las que se suma un comedor interior. Está situado junto al Camiño Primitivo, lo que hace que cuide mucho su menú dedicado a los peregrinos.