El PSOE enseña papeles de Candia sobre Besteiro y ella le señala O Garañón

Los socialistas lucenses hicieron públicos documentos que certifican que la actual candidata a la alcaldía de Lugo llevó a la Fiscalía dos escritos que el PP recibió de forma anónima pero que iban firmados por cuatro trabajadores de la Diputación que atribuían varios delitos a un superior
Gómez Besteiro. EUROPA PRESS
photo_camera José Ramón Gómez Besteiro. EUROPA PRESS

El exlíder de los socialistas gallegos y ahora delegado del Gobierno en Galicia, el lucense José Ramón Gómez Besteiro, quedó libre de todas las investigaciones judiciales de las que fue objeto en los últimos años y su partido acaba de restituirlo políticamente, pero la formación no está dispuesta a olvidar que fue la actual candidata a la alcaldía de Lugo, Elena Candia, quien estuvo en el origen de la operación judicial que acabó provocando su dimisión al frente del PSdeG.

Ella, por su parte, recuerda a los socialistas una de las herencias de Besteiro, las ilegales torres de O Garañón, a punto de ser derribadas.

Un día después de que el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, asegurara que "no es cierto" que Candia contribuyera a la persecución judicial sufrida por Besteiro, que estuvo investigado por ocho delitos y todas las causas fueron archivadas, los socialistas lucenses hicieron públicos dos documentos que muestran el papel que jugó por la que entonces era portavoz del PP en la Diputación.

Se trata del escrito que Candia entregó a la Fiscalía Provincial, firmado por ella misma, en el que le comunica la entrega de dos documentos "onde se describen accións de gran relevancia e posible incumprimento da legalidade". "Por se tales circunstancias son constitutivas de delito, póñoo no seu coñecemento", añade.

El otro documento mostrado por el PSOE, que como el primero figura en el sumario de la operación Pulpo y ya era conocido, recoge la declaración realizada por Candia posteriormente ante el fiscal jefe. En esta, la entonces diputada provincial explica que los escritos que presentó en Fiscalía se le habían hecho llegar a sus oficinas de la Diputación de forma anónima. Fue encontrado dentro de un sobre en blanco sin ninguna anotación, sin que pudiera precisar su procedencia, explicó entonces Candia al fiscal.

Esos escritos fueron entregados al PP de forma anónima, pero iban firmados por cuatro trabajadores de la Diputación, cuyos nombres figuran también en el sumario judicial. Esos empleados públicos acusaban a un superior de faltas disciplinarias y relataban hechos "presuntamente constitutivos de delitos de acoso laboral, de falsedad documental y de malversación", según señaló la Fiscalía en el auto de apertura de diligencias penales en las que acabaría siendo investigado Besteiro.

Los socialistas consideran que Candia y el PP mienten cuando intentan desvincularse de su participación en la apertura de la operación Pulpo, unos hechos que constituyeron "unha artimaña mezquina co aúnica vontade de sacar rédito electoral e destruír ao por aquel entón secretarió xeral do PSdeG e candidato á presidencia da Xunta". "Aínda por riba de non dar explicacións, nin pedir desculpas públicas a todos os galegos, pero sobre todo as lucenses, pola tropelía que provocou a maior persecución político-xudicial na historia da democracia galega, primeiro minte Elena Candia e agora o propio presidente da Xunta negando a evidencia: que foi a presidenta provincial do PP a que, a título persoal, entregou os escritos que deron orixe á operación xudicial".

Los socialistas señalan que "ou Rueda non está ben informado ou minte a sabendas" e insisten, como vienen haciendo desde hace tiempo, que Candia está "inhabilitada politicamente". "Os lucenses non se merecen ser gobernados por unha persoa que está demostrando mala fe e nula catadura moral. Onde está o seu límite?", pregunta el PSOE, que cree que Candia no solo debería pedir perdón y dimitir sino que debería indemnizar a Besteiro por los daños personales morales y políticos que sufrió.

El PSOE ve a los populares "preocupados e nerviosos" porque son conscientes, aseguran los socialistas, de que con sus "mentiras e inventos" hicieron un "dano enorme" también a la Diputación y al Concello como instituciones y a sus funcionarios, lo que acabó derivando en "cuantiosas perdas económicas e destrución de emprego".

Los documentos sobre Candia. EP
Los documentos sobre Candia. EP

La estrategia del PP parece ser la contraria a la del PSOE y Candia asegura que no va a "entrar en provocacións", que llegan, hizo ver, justo cuando la Xunta da el visto bueno al Concello para derribar O Garañón. La popular recordó que este fue uno de los asuntos por los que Besteiro estuvo investigado y el político será recordado siempre por ello, auguró la alcaldable. Las licencias de O Garañón, que luego fueron anuladas judicialmente,  se dieron cuando Besteiro era edil de Urbanismo y, aunque esta causa también fue archivada, la gestión realizada por el gobierno del que él formaba dará lugar a una "indemnización millonaria que pagaremos todos os lucenses", vaticinó Candia. Este contencioso entre el Concello y el promotor aún no se ha resuelto.

La causa: origen y actualidad
Del caso Pulpo solo queda pendiente de resolver la pieza matriz, que no afecta a Besteiro. En ella se investiga si un exfuncionario de la Diputación cometió  malversación en el manejo que hacía de los fondos públicos del programa Km0, en cantidades que hacen pensar que el caso está abocado también al sobreseimiento.

La operación pulpo arrancó en marzo de 2012, a raíz de que el PP trasladara a Fiscalía un escrito de funcionarias de la Diputación en el que se apuntaban posibles irregularidades en contratos y gestión de fondos públicos.

El asunto cayó en el juzgado de Pilar de Lara, que inició la operación Pulpo tras un registro a bulto en la Diputación. Dio lugar a una causa con más de 60 tomos.

La larga y deficitaria instrucción, que contribuyó a que De Lara perdiera su plaza de jueza en Lugo, dio lugar a varias piezas que fueron siendo archivadas.
El caso Pulpo arrancó cuando sobre Besteiro pesaban ya otras imputaciones por el caso Garañón, que también acabaron siendo sobreseídas.

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