El proyecto 'Gama', un ansiado balón de oxígeno para Lugo, va tomando forma

Captar proyectos empresariales es una bomba de oxígeno que ansía una provincia a la que le ha tocado encajar el cierre de la planta viveirense de Vestas, el apagado hasta 2024 de la división de aluminio de Alcoa y que, en la comarca chairega, se prepara para afrontar el desmantelamiento de la térmica de As Pontes, a la espera de que Endesa, Gobierno y Xunta concreten las alternativas laborales al carbón. La actividad económica es clave para fijar habitantes en un territorio que, pese a ostentar la tasa de paro más baja de Galicia, del 9%, en una década perdió un 20% de población de menos de 40 años.

Con los fondos europeos como catalizador, toca encarar el desafío de la reindustrialización, pues los datos de contabilidad regional revelan que, en 2019, el peso del sector en la economía lucense se había reducido al 13,4%, el nivel más bajo de las cuatro provincias y de la serie, que arranca en el 2000. Entonces, la industria sostenía el 18,7% del PIB.

La atención se centra en las negociaciones abiertas con la multinacional china Sentury Tire, que sopesa producir neumáticos en As Pontes, y en la pastera portuguesa Altri, a la que Xunta y Parlamento gallego han encomendado dar "preferencia" a Lugo en la búsqueda de emplazamiento para su fábrica de biofibras textiles.

Por el momento, las fuentes conocedoras de este último proyecto inciden en que no hay novedades respecto a la ubicación del biocomplejo industrial que producirá pasta de celulosa soluble para fabricar lyocell a partir de madera de bosques certificados. Los detalles trascienden con cuentagotas. El último, el nombre del plan que Altri anunció en octubre tras sellar un memorándum de entendimiento con Impulsa —la sociedad público- privada constituida por Xunta, Abanca, Reganosa y Sogama—. Lo ha llamado Gama y la intención es generar unas 200.000 toneladas de pasta soluble y fibras sostenibles destinadas a "abastecer al sector textil". Así lo recogen las cuentas auditadas de 2021 que Altri remitió a la comisión del mercado de valores (CMVM, por sus siglas en portugués) el 7 de abril.

El grupo —que en el "corto plazo" espera "anunciar la localización final", aunque no adoptará la decisión de invertir hasta final de año— confía en contar con fondos europeos para una inversión que rebasará los 700 millones. Así, señala que el complejo "se encuadra" en el programa Next Generation y en el plan nacional de recuperación del Gobierno español. En cuanto a su producción, el documento hecho público de cara a la junta de accionistas del día 29 explica que la unidad fabril podrá abastecer al clúster textil del noroeste peninsular y contribuir "al fortalecimiento de la economía circular y a la descarbonización".

A la espera de que se desvele si Lugo acogerá la biofábrica, Altri emprendió los estudios de impacto ambiental, viabilidad económica e ingeniería con Impulsa y la intención es incorporar socios locales, aunque el grupo pastero será el accionista mayoritario, con más del 50% del capital.

‘Gama’ está llamado a ser la culminación de una estrategia que arrancó en 2019 con la asociación de Altri con el Centre for Nanotechnology and Smart Materials (Centi) y el centro tecnológico del textil Citeve, ambos ubicados en el norte de Portugal. Esta alianza se centró en la investigación y el desarrollo para la conversión de la celulosa en fibra textil y entre sus frutos está la creación de un laboratorio de fibras avanzadas. En una segunda fase, en junio de 2020 activaron el proyecto PDD02, de pasta soluble a partir de eucalipto para lyocell en la fábrica de Caima, en Constancia, entre otras iniciativas de I+D que darán paso a la factoría gallega.

El CEO anticipa que, en una fase posterior, la biofábrica gallega incoporará textiles reciclados en el proceso de producción de fibras

Con una presencia más asentada en la producción de pasta para papel, desde 2013, Altri está presente en el mercado de las pulpas solubles para el textil a través de Caima, que en un inicio se centró en la viscosa y que ahora quiere "evolucionar" hacia la pasta para clientes que producen lyocell. apuesta verde. El consejero delegado, José Soares de Pina, apunta en su balance de 2021 que el proyecto responde a las aspiraciones de "avanzar en la misión de convertir el mundo en más renovable". "Esta inversión, que podrá superar los 700 millones, ambiciona la construcción de una de las mejores fábricas del mundo en términos de sostenibilidad y referente en rentabilidad", afirma el ejecutivo. La clave, dice, será la integración de unidades industriales que usarán "materia prima de proximidad certificada" sin recurrir a combustibles fósiles y con instalaciones "autosuficientes energéticamente" y equipadas con "las mejores tecnologías".

El CEO anticipa que en otra fase se incorporarán "textiles reciclados" en la producción y augura que Gama supondrá "un paso decisivo" para el futuro.