Proteger la historia y protegerla bien

La diócesis de Lugo no tiene un registro oficial de todos los elementos artísticos que se albergan en sus parroquias, aunque se estima que la cifra asciende a unos cuantos millares. Con la finalidad de conservar, difundir e incrementar este patrimonio "inmenso" se creó una comisión compuesta por religioso y técnicos

La diócesis de Lugo es la más grande en número de parroquias de España, con nada más y nada menos que 1.138. Esto significa que tiene otras tantas iglesias a las que se suman capillas, retablos, figuras religiosas, murales, orfebrería..., hasta miles y miles de elementos patrimoniales, algunos plenamente conservados y otros esperando por una mano amiga que les haga brillar de nuevo.

Con el objetivo de defender, convencer, difundir y aumentar el patrimonio histórico, artístico, documental y bibliográfico de la Iglesia en Lugo nace la Comisión del Patrimonio Histórico-Artístico y de Liturgia, un órgano descendiente de la Comisión del Arte Sacro constituida en 1942 y que poco a poco fue perdiendo operatividad. "Plantexouse a necesidade de crear un órgano consultivo e con certos coñecementos técnicos para a defensa do noso patrimonio", explica César Carnero, delegado de patrimonio de la diócesis y director del Museo Diocesano Catedralicio, quien asegura que esta nueva comisión incluye a religiosos y también a profesionales laicos como un arquitecto, un restaurador, un historiador y un perito en leyes civiles y eclesiásticas en el campo del patrimonio artístico.

"Temos moitos retos. O rural esta despoboado e queda practicamente sen culto. Si se vacían as igrexas resulta moi difícil conservar ese patrimonio", considera Carnero. Entre esos retos figuran bienes muebles e inmuebles, templos, retablos, figuras, ornamentación y vestimentas que conforman "un tesouro patrimonial inmenso", resume el delegado patrimonial de la diócesis.

Carnero considera que el patrimonio artístico no se difunde lo suficiente y hay aspectos que no llegan al gran público, como las pinturas murales "máis importantes de Galicia", que se encuentran en la Ribeira Sacra. "Penso que non está suficientemente valorado fóra dos ámbitos técnicos", opina. Para el delegado diocesano también resulta fundamental proteger los retablos parroquiales, "de desigual valor", y toda muestra de arte popular. "Hai moito por manter, pero resulta unha tarefa apaixoante. Se as institucións colaboran e o podemos afrontar entre todos será máis doado", confía Carnero.

Al fin y al cabo, afirma la historiadora, medievalista y museóloga Carolina Casal, se trata de proteger el legado del pasado que, además, dentro de la Iglesia no pierde uso. "Que máis dá que un cáliz sexa do século XXI ou da época medieval si se sigue empregando", se pregunta Casal, quien valora de forma muy positiva la introducción de profesionales técnicos en un momento "importante para facer as cousas ben", ante la merma de actividad eclesiástica en la zona rural de la diócesis.

MUSEO. A principios de marzo los comisarios empezarán a trabajar en la primera actividad del organismo, que consistirá en la supervisión de la implantación del nuevo proyecto del Museo Diocesano Catedralicio.

Según explica Carolina Casal, se presentará un nuevo discurso expositivo de la colección permanente del museo para dar más concordancia a la estructura y las piezas así como mejorar la didáctica del arte. Unas novedades que, se prevé, estén visibles a finales de este año.

Asimismo, el museo catedralicio espera funcionar como «un espazo de máis seguridade», añade Casal, para piezas eclesiásticas que merezcan especial protección. A día de hoy, el museo -inaugurado en 1917 como el primero de Lugo-, cuenta con un fondo artístico que ronda las 3.000 piezas, a las que se suman las más de 500 del tesoro de la catedral.

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