El promotor de la urbanización de O Garañón, en cuyas paralizadas torres ha proliferado la invasión de jóvenes que se dedican a reventar tabiques, asegura que la finca fue vallada en su día e incluso se levantó un acta notarial del cierre perimetral. Por ello, considera que la entrada ilegal de personas al interior debe ser perseguida por la Policía, a quien cree que compete vigilar y perseguir a los que se cuelan en la urbanización y se dedican a causar los destrozos.
Javier Calvo, abogado del promotor Ricardo Iglesias, explica que la empresa procedió incluso a levantar un acta notarial cuando se ejecutó un cierre perimetral ordenado por el juzgado y que considera "suficiente, como el que se puede colocar en cualquier otra parcela".
Sin embargo, en los últimos días se ha detectado en el interior de las torres la presencia de jóvenes que causaron destrozos, aunque tras ser alertada la Policía de la presencia de los intrusos, los agentes desplazados no pudieron localizarlos.
El gobierno local dice que perseguirá los contactos con el promotor y su abogado aclara que no le consta que los haya habido
MÁS INTRUSOS. Este martes se volvió a registrar por la tarde la presencia de jóvenes en una de las plantas de una torre. Otros chavales que se encontraban a esa hora en las cuestas del Parque alertaron incluso a la Policía y a este periódico de que quienes estaban dentro del edificio se dedicaban a lanzar desde lo alto ladrillos, bloques de hormigón y palos.
Por su parte, desde el gobierno local explicaron que O Garañón es una propiedad privada, aunque admiten que la presencia de intrusos en el interior de las torres es un tema que preocupa y por ello se está "buscando ya una solución para evitar estas situaciones".
Aunque en los últimos días la presencia de jóvenes dentro de las torres ha llamado la atención por el hecho de que se dediquen a reventar tabiques golpeándolos con palos, barras metálicas o piedras, así como a lanzar ladrillos y bloques hacia las cuestas del Parque, hace años que la urbanización es utilizada para realizar grafitis y también para que algunos chavales se hagan peligrosos selfies con el valle del Miño detrás.
Por otra parte, a preguntas de este periódico sobre las conversaciones con el promotor para tratar de dar una solución al problema generado por las sentencias que obligan a tirar las torres y la urbanización, el gobierno local respondió indicando que ya hubo "contactos, que se proseguirán".
Sin embargo, el abogado de Ricardo Iglesias comentaba el martes que no le consta que haya habido reuniones entre las partes, al menos en las que él haya participado.
