Profundo malestar en el PSOE de Lugo por la imposición de las listas electorales

Ferraz coloca a Ana Prieto de primera en la candidatura al Congreso y aparta a Ricardo Varela para situar a César Mogo, afín a Sánchez

López Izquierdo y Ana Prieto. EP
photo_camera López Izquierdo y Ana Prieto. EP

La dirección federal del PSOE, en sintonía con Gonzalo Caballero, desató este domingo el malestar en el socialismo lucense al imponer a Ana Prieto, concejala de economía de Lugo, como número 1 socialista al Congreso por Lugo y a César Mogo, hombre de confianza de Pedro Sánchez, como cabeza de lista al Senado.

La aprobación ayer de las listas confirmó que la propuesta de los militantes no será la que llegue a las urnas y desató definitivamente una tormenta en el partido, con una parte importante de afiliados y dirigentes temiendo que tenga consecuencias el hecho de que se ignorara a la hora de cerrar las candidaturas la opinión mayoritaria de los afiliados y de la dirección provincial del partido.

El malestar se extendió aunque en el caso de Lugo el partido intentó un pacto de mínimos, colocando como número dos de la lista al Congreso a Sonsoles López Izquierdo, que fue quien tuvo más apoyos entre los afiliados de la provincia en las asambleas celebradas las últimas semanas.

La fórmula se interpretó en algunos ámbitos como un intento de contentar a todos, ya que los socialistas tienen expectativas de obtener dos diputados por Lugo el 28 de abril y eso permitiría que llegara al Congreso López Izquierdo, la candidata más votada por los militantes y la opción preferida por la dirección provincial del partido, encabezada por Álvaro Santos.

Pero el proceso de elaboración de las listas ha confirmado la relación casi inexistente y la falta de sintonía entre la dirección del PSOE en Lugo y en Galicia, de modo que está por ver que la decisión de llevar a Prieto y a Izquierdo a los puestos uno y dos permita esquivar la crisis.

La candidatura aprobada para Lugo supone, además, romper con la norma de las listas cremallera, que obligaría a que el número dos de la lista fuera un hombre. Se sacrifica así a Javier Cerqueiro, por lo que quedaría ya sin opciones de lograr escaño una de las personas que más activamente trabajó en la provincia a favor de llevar a Pedro Sánchez a la secretaría general del PSOE.

Sanchistas son también, no obstante, tanto Prieto como Izquierdo, ya que ambas trabajaron a favor del hoy secretario general del PSOE, aunque en el ámbito local y, sobre todo autonómico, estén en posiciones divergentes. Así, Prieto es una de las personas de confianza de Gonzalo Caballero en Lugo, mientras que Izquierdo es una de las manos derechas de Álvaro Santos.

La salida de Prieto para ir al Congreso tiene también lectura en la política municipal, ya que es conocida la falta de sintonía entre la edil de economía de Lugo y la alcaldesa de la ciudad, Lara Méndez, quien podría soltar lastre con la marcha de la concejala a Madrid.

Ahora está por ver lo que ocurre con la lista para las elecciones municipales y la capacidad de decisión Lara Méndez sobre los miembros de su equipo. Ayer se aprobaron ya buena parte de las candidaturas a las municipales, un proceso del que quedó al margen Lugo, que pidió un aplazamiento para presentarla. Pero algunas de las formalizadas ayer supusieron una clara desautorización de los candidatos, ya que fueron modificadas, lo que provocó un incendio en agrupaciones como la de Ourense o Ferrol.

Al Senado, además, de Mogo, irán la diputada Pilar García Porto y el alcalde de Pedrafita, José Luis Raposo, lo que supone la caída del histórico Ricardo Varela. José Blanco, además, es sustituido en la lista a las europeas por Nicolás González Casares, teniente de alcalde de Lalín, que ocupa el número nueve.

En el partido, ayer, había quien creía que las imposiciones y tensiones, sobre todo con la dirección gallega, iban a pasar factura en las urnas y quien pensaba que el partido trabajará igualmente unido y que a los ciudadanos no les influirán estas confrontaciones internas

Unas decisiones esperadas
Parte de las decisiones de la dirección se venían apuntando desde hace días, como la salida de históricos como José Blanco o Ricardo Varela, y sin embargo ayer causaron impacto entre muchos socialistas, incómodos con el hecho de que la situación de inestabilidad interna de los últimos años no acabe de cerrarse.

El golpe de mano de la dirección del partido dejó a muchos descolocados y se impusieron domingo los teléfonos apagados, ya que pocos querían hacer público su análisis sobre la situación generada en el seno del PSOE lucense.

Ni siquiera la número uno de la lista al Congreso, Ana Prieto, salió ayer a la palestra. Únicamente se asomó a las redes sociales para declararse preparada para contribuir a una mayoría socialista en las próximas elecciones y afirmar que asume el reto con humildad y con el objetivo de contribuir a un Lugo mejor. Prieto, que dirigió el Colegio de Farmacéuticos, aterrizó en la política local hace 4 años, al entrar en la lista de Orozco.

 

Comentarios