Las primeras barracas de las fiestas traían fieras a Lugo

El historiador Adolfo de Abel Vilela presentó este martes en O Vello Cárcere el último número de la colección San Froilán dos Devanceiros

Adolfo de Abel Vilela, en la presentación de su nuevo libro. SEBAS SENANDE
photo_camera Adolfo de Abel Vilela, en la presentación de su nuevo libro. SEBAS SENANDE

Las primeras barracas que llegaron al San Froilán lucense traían fieras. Corría 1891 y este espectáculo suponía el inicio del ferial de San Froilán entendido tal y como se entiende hoy en día. Así lo cuenta el historiador Adolfo Abel Vilela en el último número de la colección O San Froilán dos Devanceiros, el 15, titulado As festas finiseculares (1890-1900) y presentado este martes en O Vello Cárcere. Esta primera barraca o atracción de ferias se vio precedida, años antes, por un tiovivo.

"A primeira barraca data de 1891 e era un espectáculo de feras, propiedade do mesmo empresario que tiña a concesión do zoo de Madrid e que se poñía nas actuais prazas Maior e Campo Castelo. Despois, veu outra barraca de autómatas, figuras en movemento, e en 1898 empezaron a vir outras nas que se facían proxeccións de cine", explica Abel Vilela.

La aparición del alumbrado, en 1894, supuso otra revolución en el San Froilán.

"Antes había o alumeado á veneciana, con faroliños de aceite ou velas. Coa aparición do alumeado, puxéronse arcos nas rúas", indica el historiador.

VERANO. En esta década, también hubo polémica en Lugo sobre si se cambiaban las fiestas para el verano con el fin de tener buen tiempo garantizado. Apoyaba esta iniciativa la recién constituida Cámara de Comercio. Se barajaban dos fechas: Corpus (entre mayo y junio) y el 15 de agosto, coincidiendo con la fiesta de la Virgen de los Ojos Grandes. La propuesta, al final, no salió adelante. Quizá tuviese que ver la opinión de Antolín López, un canónigo magistral.

"Este home defendía que se seguisen celebrando en outubro porque os labregos xa remataran as faenas agrícolas e tiñan máis cartos para gastar na festa e os burgueses xa estaban de volta dos baños", aclara Abel Vilela.

MOZAS. Resulta curioso también que la denominación actual del Domingo das Mozas al domingo siguiente a San Froilán data de un programa de fiestas de 1945. Antes ese día se lo conocía como O San Froilán Pequeno y se instauró porque era el día elegido por los labradores para venir a Lugo.

También esta última década del siglo XIX resultó determinante para asentar la tradición de comer el pulpo dado que es entonces cuando el Concello decide reunir todas las casetas -esparcidas antes por los campos de San Roque y San Pedro, actual Praza Mártires de Carral- en A Mosqueira, creándose así el mercado del pulpo.

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