El presunto homicida de As Gándaras, trasladado de prisión por amenazas

Estaba previsto que este jueves Francisco Javier Belda fuese conducido desde el centro penitenciario de Bonxe al de Topas, en Salamanca
La detención de Francisco Javier Belda se efectuó el pasado día 8. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera La detención se efectuó el pasado día 8.

Instituciones Penitenciarias acordó el traslado desde la prisión lucense de Bonxe a la salmantina de Topas de Francisco Javier Belda Fernández, de 46 años de edad, que hace una par de semanas presuntamente degolló a su pareja, Clara María Expósito, de 49 años, en el domicilio en el que residía la víctima en el barrio de As Gándaras.

Estaba previsto que agentes de la Guardia Civil realizasen este jueves esa conducción. Fue el propio centro penitenciario de Bonxe el que solicitó el traslado debido a las continuas amenazas de muerte que estaba recibiendo el presunto homicida de As Gándaras por parte de otros internos.

Francisco Javier Belda ingresó en la prisión de Bonxe el pasado día 12 por orden del titular del juzgado de instrucción número 3 de Lugo, especializado en violencia de género, tras acogerse el detenido a su derecho a no declarar.

Desde su ingreso en la prisión de Outeiro de Rei, permaneció en la enfermería y le aplicaron el protocolo antisuicidio

En los diez días en los que ha estado ingresado en el centro penitenciario de Outeiro de Rei, el presunto homicida permaneció la mayoría del tiempo en la enfermería. Le aplicaron el protocolo antisuicidio y su comportamiento fue bueno, como en otras ocasiones en las que estuvo encarcelado.

Tras desmontar su coartada, la Policía Nacional detenía a Francisco Javier Belda el pasado día 8 en la casa de sus padres, que se encuentra a apenas 250 metros de distancia del domicilio en el que acabó con la vida de su pareja, sito en la Rúa da Ferradura.

El cadáver de Clara María Expósito, que tenía dos hijos, uno de ellos menor de edad, había sido localizado la noche anterior por su madre. Se encontraba en el cuarto de baño. Presentaba una cuchillada en el cuello.

A la espera de que trasciendan los resultados de la autopsia, el detenido reconoció a allegados suyos que había matado a su pareja unas 36 horas antes de que fuese localizado su cuerpo sin vida y que incluso había pernoctado en el domicilio tras el crimen.

En esa confesión a su círculo más próximo, Francisco Javier Belda explicó que el detonante fue una discusión que entabló con su compañera sentimental. Incluso llegó a comentar que le ofreció a esta que eligiese entre un cuchillo y una macheta para que pusiera fin a su vida.

Tras el crimen, enterró el arma homicida en una finca que está próxima a la vivienda de la víctima. Al día siguiente de su arresto la desenterraba el perro de un vecino que paseaba por la zona.