La mujer que el pasado jueves sufrió quemaduras en la explosión de gas que tuvo lugar en su piso de la capital lucense y sus cinco hijos de corta edad fueron acogidos por el hermano de la víctima, ya que no pueden acceder a su vivienda debido a los destrozos que se registraron.
La víctima, de nacionalidad nigeriana, fue atendida en el hospital Lucus Augusti de las quemaduras leves que presentaba en la cara, en el cuello y en una de sus manos.
La explosión se produjo el pasado jueves, alrededor de las cinco de la tarde, en una vivienda de la Rúa Becerreá, sita en el barrio de A Milagrosa.
Según informó este viernes la Policía Local de Lugo, la causa de esta explosión fue una acumulación de gas, debido a que la inquilina tenía dos bombonas de butano conectadas a una caldera de propano, que se encontraba en la cocina del piso.
Debido a ese estallido, los tabiques de varias estancias de la vivienda sufrieron desperfectos, por lo que la Policía Nacional precintó la entrada para que nadie accediese al inmueble.
Aunque no se permita el paso, no existe ningún riesgo de derrumbe. Los técnicos del servicio de arquitectura del Concello de Lugo tampoco han sido requeridos por ahora para realizar una inspección.
Los vecinos de los demás pisos de este edificio de la Rúa Becerreá salieron alarmados a la calle tras oír el estruendo, pero poco después pudieron regresar a sus domicilios ya que no se produjo incendio, ni las estructuras del inmueble se vieron afectadas.
La primera que evacuó el edificio fue la mujer que sufrió las quemaduras, que cogió a sus cinco hijos de corta edad tal como estaban. Resultaron ilesos, pero iban descalzos y desabrigados, por lo que fueron atendidos por el personal de un negocio próximo en uno de los locales que tienen.
Cuando su madre fue trasladada al hospital ya se hizo cargo de los pequeños un tío suyo. Los servicios de emergencias tuvieron problemas para comunicarse con ellos por el idioma.
