El actual portavoz del PP en el Ayuntamiento de Lugo y parlamentario autonómico, Ramón Carballo, se perfila como el candidato del partido para recuperar la alcaldía de Lugo tras 24 años en manos del PSOE.
El PP no prevé la designación de los candidatos de las grandes ciudades hasta cerca del verano, tras la celebración de los correspondientes congresos locales, pero el escenario en el que trabaja ahora mismo en la ciudad de Lugo es que Carballo repita como candidato y culmine la remontada que comenzó en 2019, cuando sumó un concejal más al grupo municipal y obtuvo el mejor resultado para el PP de las cuatro capitales gallegas y el segundo mejor de las siete ciudades, tras Ferrol.
El PP podría confiar en la veteranía y el don de gentes de Carballo para intentar arrebatar la alcaldía a Lara Méndez
Carballo, natural de Pedrafita do Cebreiro aunque vinculado a Lugo desde que de adolescente llegó a estudiar a la ciudad, mantiene su habitual hermetismo respecto a esta cuestión y remite a las afirmaciones realizadas por el partido respecto a cuándo y cómo se designarán los candidatos a las alcaldías de las ciudades. Oficialmente, el PP tampoco despeja la incógnita, aunque tanto la dirección lucense como la gallega nunca han dejado de señalar los buenos resultados que obtuvo Carballo en 2019 y, en este momento, todo apunta a que confían en su potencial para arrebatar la alcaldía a Lara Méndez.
El último en pronunciarse al respecto fue el secretario general del PP, Miguel Tellado, el domingo en este periódico, donde calificó de "bastante satisfactorio" el resultado del PP en Lugo en las últimas elecciones municipales y expresó su convencimiento de que "el PP está preparado para ser alternativa" en Lugo. Afirmó, además, que recuperar el gobierno de la Diputación es "un objetivo irrenunciable". Para alcanzarlo, el resultado de la capital no es determinante pero sí es clave.
El PPdeG valora la veteranía de Carballo y su capacidad para llegar a las distintas sensibilidades del partido, algo que a otros potenciales candidatos podría resultarles más difícil. También su talante conciliador. Miembro del cuerpo de veterinarios de la Xunta, a donde llegó tras ejercer en varios ayuntamientos de la montaña lucense, es poco amigo de los conflictos, una condición que en el PP se valora especialmente. Sin dejar de hacer crítica a la labor del gobierno local, su tono es más amable que el que predomina en el resto de concejales.
En un contexto en el que se juega mucho, el partido se inclinaría, por tanto, por ir a lo conocido y por evitar experimentos.
Hace dos años, el PP ganó un concejal, pero se quedó lejos de la mayoría absoluta. En un momento en el que el PSOE partía en bastantes malas condiciones por la parálisis en la gestión de los años anteriores y el consecuente desgaste, al PP le faltaron tres concejales para superar el binomio PSOE-BNG, algo en lo que influyó la gran competencia electoral que había también en el flanco conservador. Cs revalidó los dos concejales que tenía, Vox sacó casi mil votos y FLI, una escisión del PP, más de 800.
Otra variable que pudo haber afectado fue el hecho de que el partido no llevase en su lista a Enrique Rozas, uno de sus grandes activos en la ciudad, como reconocen tanto en su partido como en los adversarios. Rozas rechazó incorporarse a la candidatura de Carballo tras no ver reconocida su contribución al partido en distintas ocasiones y sentirse utilizado.
El partido acaba de perder a quien era otro de sus grandes valores, el edil Manuel López, que se ocupaba de la zona rural y falleció de forma repentina hace unas semanas.
A favor del PP podría jugar ahora que está integrando a personas que se habían ido, como las de FLI, y que Cs está en horas bajas. Esta circunstancia, y el alza general de Vox a nivel nacional, hacen que en el PP se considere como una posibilidad bastante real que el partido ultraconservador entre en las instituciones gallegas y obtenga un acta en lugares como Lugo.
Con todo, falta año y medio para las elecciones y son muchas las cuestiones abiertas en este momento. En el PP, el escenario quedará clarificado tras el congreso local previsto para mayo o junio.
El caso de Lugo es similar al de Pontevedra, donde el PP también subió en representación hace dos años y el partido también parece apostar por que Rafael Domínguez repita como candidato.
Pese a ser hegemónico en Galicia, en 2019 el PP sufrió la mayor cesión de poder local en favor del PSOE, que hoy gobierna en cinco de las siete ciudades y en tres de las cuatro diputaciones.
El partido tiene puestas muchas esperanzas en lugares como Ferrol, donde se quedó a las puertas de la alcaldía, y en Lugo, donde el PP tuvo muy buenos resultados en las elecciones autonómicas.
