Por primera vez se recibe más mano de obra que la que se exporta

La movilidad geográfica de los lucenses -analizada en el informe solo refiriéndose a la que se produce entre provincias- dio en el 2014 un vuelco. Por primera vez desde que se comenzaron a registrar los datos de contratos (en 1990), la provincia deja de ser exportadora de mano de obra y se convierte en receptora. El año pasado, trabajadores de otras provincias firmaron 16.340 contratos en Lugo, mientras que los que suscribieron los lucenses en otras provincias fueron 12.720. Los hombres siguen presentando una tasa de movilidad muy superior a la de las mujeres, tanto de entrada como de salida, aunque la diferencia es más acusada en la entrada.

Además, los destinos y la procedencia de los trabajadores que salen y entran para trabajar son los mismos de siempre. En los primeros puestos de frecuencia coinciden unos y otros: A Coruña, Pontevedra, Madrid, Asturias y Ourense. Sin embargo, en los últimos puestos de frecuencia varían. Así, los lucenses se van a Valencia, Baleares y Murcia, mientras que a Lugo vienen a trabajar personas de Cádiz, Cantabria o Zamora.

Los redactores del documento sobre mercado de trabajo recuerdan que entre los que buscan empleo fuera se tienen en cuenta lugares donde hay necesidad de mano de obra por acumulación de tareas propia de una época determinada (turismo en Baleares u horticultura en Murcia), mientras que los que lo buscan en la provincia priman la cercanía (Zamora o Cantabria). A los 115 contratos firmados en Lugo a gaditanos no le hallan explicación concreta.