Se saltó la orden de alejamiento de su expareja para pedirle dinero y -además de no conseguir ni un céntimo- su actuación le constó una condena de siete meses de cárcel.
Según se recoge en la sentencia de la Audiencia Provincial de Lugo, el 31 de agosto de 2015, un juez le impuso al acusado la prohibición de aproximarse a menos de 200 metros de su expareja y de comunicarse con ella por cualquier medio. Quince días más tarde, el hombre fue absuelto del delito de coacciones en el ámbito familiar del que había sido acusado, pero el juez decidió mantener la orden de alejamiento hasta que la resolución judicial fuera firme.
Aun así, entre los días 29 de octubre y 3 de noviembre de 2015, "con conocimiento de que no podía comunicarse" con su ex, el hombre la llamó por teléfono en diversas ocasiones y le envió mensajes solicitándole dinero. Además, la amenazó con quitarle una ayuda social que la mujer recibía de la administración autonómica.
El acusado alegó que pensaba que se podía comunicar telefónicamente con la mujer, pero la jueza del Penal número 1 de Lugo no le dio credibilidad a sus argumentos. "No existe duda respecto al conocimiento cabal de la prohibición y de las consecuencias que llevaba aparejado su incumplimiento", recoge la sentencia.
La magistrada lo condenó como autor de un delito de quebrantamiento de medida cautelar previsto en el artículo 468.2 del Código Penal, por el que le impuso una condena de siete meses de prisión, y el hombre recurrió el fallo ante la Audiencia Provincial de Lugo. El tribunal señaló que compartía totalmente el criterio de la jueza del Penal 1 y confirmó la sentencia condenatoria.
