La Policía volverá a tener jefe tras seis meses de vacío y caos por carencia de agentes

El responsable del cuerpo, que estaba de baja desde enero, deberá afrontar el problema de la falta de cadena de mando y de policías

Lara Méndez, en un acto junto al futuro jefe de Policía, Jesús Piñeiro. SEBAS SENANDE (AEP)
photo_camera La alcaldesa, en un acto junto al futuro jefe de Policía. SEBAS SENANDE (AEP)

La Policía Local va a cumplir seis meses de una etapa especialmente negra, marcada por la ausencia de jefe y la jubilación de una buena parte de la plantilla. Uno de esos lastres está a punto de solucionarse, ya que está previsto que el lunes se incorpore como jefe del cuerpo de seguridad municipal Jesús Piñeiro, que estaba de baja desde principios de enero.

Piñeiro, previsiblemente, se hará cargo del cuerpo de forma inmediata, aunque la alcaldesa no ha firmado aún su nombramiento. La llegada de un jefe no supone, con todo, el fin de los problemas del cuerpo, ya que el adelanto de la edad de jubilación supuso que la plantilla quedara por debajo de los cien agentes.

Además de una plantilla mermada, Piñeiro tendrá que hacer frente a un problema de cadena de mando, ya que, además de él, solo hay otro inspector en el cuerpo y seis oficiales, lo que supone un lastre en la organización del trabajo.

Ese hándicap no tendrá, además, remedio inmediato, ya que es necesario impulsar un mecanismo de ascensos entre miembros de la plantilla, que necesariamente llevará tiempo.

La falta de efectivos, que se percibe en la calle y que supone que en ocasiones la Policía Local no responda a avisos vecinales, podrá hacer necesaria también una reordenación de efectivos.

La última la llevó a cabo por decreto la alcaldesa el pasado mes de abril, con el fin de garantizar al menos 11 agentes por turno, y generó un importante malestar interno en el cuerpo.

El nuevo jefe podrá ahora proponer ajustes, para garantizar que se asegure la existencia de una cadena de mando en el cuerpo y la presencia de agentes en la calle y en el desarrollo de servicios que ahora no están funcionando adecuadamente, como el de autorizaciones para muchas actividades, lo que genera problemas a vecinos y empresas.

La solución a la falta de policías tampoco será inmediata, ya que habrá que esperar a que la Academia Galega de Seguridade asigne los dieciocho agentes que se comprometió a formar para el Concello de Lugo.

Parte de la reorganización realizada en los últimos meses ha dado lugar también a problemas. Así, la plantilla de agentes de atestados se redujo de 18 a 12 policías y, al final, se dio la situación de que había accidentes a los que tenía que acudir la Guardia Civil. Los integrantes que permanecieron en ese equipo llegaron además a anunciar su voluntad de renunciar a continuar ocupándose de los atestados, aunque no tienen la potestad de dimitir.

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