La Policía tuvo que intervenir otra vez en el controvertido after de la Rúa Tui

Unas patrullas comprobaron que tuviese todo en regla y otras auxiliaron a un cliente que estaba tendido en la calle
Uno de los dispositivos policiales y una asistencia sanitaria, este sábado. EP
photo_camera Uno de los dispositivos policiales y una asistencia sanitaria, este sábado. EP

A los vecinos de la Rúa Tui ya no les pilla por sorpresa que se produzca un amplio despliegue policial en las mañanas de los fines de semana ante el after Las Palmeras. Este sábado se repitió la situación. Varias dotaciones de las policías Local y Nacional acudieron a este establecimiento de ocio nocturno.

Unas patrullas se personaron para comprobar que todo estuviese en regla. Cuando se produjo esa intervención policial se encontraban más de una veintena de jóvenes a las puertas del establecimiento.

Uno de los dispositivos policiales, este sábado. EP
Uno de los dispositivos policiales, este sábado. EP

Otras dotaciones de las fuerzas de seguridad lo hicieron para auxiliar a un joven que estaba inerte, tirado ante un bajo comercial de esta calle que lleva años abandonado. Era un cliente del after que fue evacuado en una ambulancia del 061 a un centro hospitalario. Según aseguraron testigos presenciales, una vez que recuperó la consciencia, ofreció resistencia cuando era introducido en el vehículo sanitario.

Minutos más tarde una segunda ambulancia del 061 recogía a otro joven, que también había salido de este after, según comentaron vecinos, que estaba grogui a pocos metros de distancia, en Camiño Real.

QUEJAS VECINALES Y RECOGIDA DE FIRMAS

 Este local de ocio nocturno es blanco de las quejas vecinales, de las que se ha hecho eco la recién creada Plataforma SOS Milagrosa Lugo Norte, que exige su cierre.

Este colectivo de comerciantes y vecinos iniciaba el pasado día 1 una campaña de recogida de firmas en unos 15 establecimientos del barrio para reclamar a las administraciones que ordenen el fin de su actividad. Tienen previsto recabar esas rúbricas hasta el próximo miércoles. Estima que pueden superar las 2.000.

Cimenta esa demanda en las molestias por ruido que causan los clientes que se agolpan a sus puertas, sobre todo en las mañanas de los fines de semana; las peleas en las que derivan a veces las discusiones que se producen o la basura que dejan esparcida por la calle, entre otros motivos.