La Policía localiza un "vertedero" de objetos sustraídos en las noches de marcha lucense

Los descuideros suelen arrojar los bolsos, carteras o teléfonos móviles que ya no les sirven por encima de un muro a una finca que se encuentra en la Rúa Vicedo de la capital lucense, enfrente al antiguo hospital de San José

La finca de la Rúa Vicedo donde se hallaron los artículos sustraídos. IRIS ÁLVAREZ
photo_camera La finca de la Rúa Vicedo donde se hallaron los artículos sustraídos. IRIS ÁLVAREZ

Los rateros que aprovechan la confusión de la noche para hurtar en los días de marcha objetos personales en el interior de establecimientos de hostelería y en sus inmediaciones, en el casco histórico de Lugo, se deshacen a veces del botín que ya no tiene valor para ellos arrojándolo por encima de un muro a una finca que se encuentra en la Rúa Vicedo, a apenas 100 metros de la Porta de Santiago.

La Policía Nacional halló en la madrugada del pasado domingo este "vertedero" en el que los amigos de lo ajeno suelen tirar bolsos y carteras después de vaciarlos o teléfonos móviles que no tienen tanta salida en el mercado negro al no ser de última generación.

Fue un hallazgo casual. Varias dotaciones de la Policía Nacional y de la Local se encontraban a pocos metros de distancia, en la Rúa Santiago, identificando a unos jóvenes porque presuntamente estaban trapicheando con droga. Entonces fueron alertados de que media docena de turismos, que estaban aparcados en la Rúa Vicedo, habían sido víctima del ataque furibundo de unos vándalos, entre la medianoche y las cuatro de la madrugada, que destrozaron sus retrovisores y en un caso abollaron la carrocería.

Cuando intentaban localizar alguno de los retrovisores, los agentes de la Policía Nacional que intervinieron hallaron en una finca próxima varios bolsos y carteras, así como carnés de identidad, que estaban mezclados con los restos de botellón -recipientes metálicos y de plástico-.

El descubrimiento fue en una primera inspección debido a que era de madrugada, no hay alumbrado público en la calle y tuvieron que recurrir a linternas para peinar la parcela.

Dada la proximidad a una de las zonas de movida de la capital lucense, la Policía cree que los objetos hallados en esta finca de la Rúa Vicedo son el botín desechado de hurtos en pubs y en sus inmediaciones, que suelen cometer descuideros.

Su ubicación es ideal para que los amigos de lo ajeno se deshagan de las pruebas incriminatorias de su tropelía. Es una calle sin alumbrado público; dominada por la maleza; con poco tránsito, debido a que está en tierra, no está asfaltada, y que ofrece una huida fácil por el barrio de O Carmen. Además, la finca tiene un muro de cierre de unos dos metros de altura, que impide que desde la calle se puedan ver los restos acumulados.

Los artículos que se han recuperado se depositan en comisaría a la espera de que sus posibles propietarios se acerquen a las dependencias policiales a preguntar por ellos. En el caso de que conserven en su interior la documentación ya contactan los agentes con su titular.

HECHOS PUNTUALES. Los hurtos que se registran en establecimientos de ocio nocturno en la capital lucense son «poco usuales», salvo cuando tienen lugar las fiestas más concurridas, según asegura un empresario de hostelería que lleva más de 20 años en el negocio.

Este hostelero explica que las cámaras de videovigilancia que suelen tener instaladas los pubs ejercen un efecto disuasorio para los profesionales que se ganan la vida mangando. Estos optan entonces por locales sin tantas medidas de seguridad. Cuando actúan, aprovechando el descuido de sus propietarios, su botín más codiciado son los bolsos, las carteras y las prendas de abrigo.

«A veces», según precisa este empresario, cuando un cliente no encuentra sus objetos personales en el establecimiento no es porque se haya cometido un hurto, sino porque alguien lo ha cambiado de sitio.

Pone el ejemplo de lo sucedido el pasado fin de semana en uno de sus locales. Un cliente decía que le habían sustraído una cazadora con las llaves del coche dentro. Cuando revisaron las cámaras de videovigilancia para comprobar lo sucedido, resultó que otra persona la había cogido por error y la puso en otra zona del pub.

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