Desde que se prohibieron los botellones en la vía pública, la Policía Local de Lugo se vuelca en evitar este tipo de concentraciones, de las que muchos jóvenes se niegan a prescindir. Solo desde el pasado jueves, los agentes disolvieron varias reuniones de este tipo y confeccionaron 17 denuncias: siete por beber alcohol en la calle y diez por no llevar la mascarilla obligatoria.
Los policías llevaron a cabo multitud de controles -en varios puntos de la ciudad y a diversas horas- para controlar el cumplimiento de las medidas de prevención a raíz del Covid-19, especialmente en zonas donde los jóvenes suelen congregarse para hacer botellón.
VÍA LÁCTEA. Según explicó este lunes el portavoz del cuerpo, en la mayoría de las ocasiones, "los intentos de botellón quedaron desbaratados con la simple presencia policial, aunque hubo algunos puntos en los que fue necesaria la intervención policial, como ocurrió en la calle Vía Láctea".
En esa zona, los asistentes a la cita se negaron a ponerle fin a la fiesta y los agentes procedieron a su identificación. Finalmente, denunciaron a siete jóvenes por consumir alcohol en la vía pública. Los policías observaron además que en el grupo había "cierta relajación en las medidas de seguridad, tales como el incumplimiento de la distancia mínima interpersonal o el uso inadecuado de la mascarilla".
Una de las personas identificadas le dijo a los policías que "no le daba la gana" de ponerse la mascarilla
Como consecuencia de los dispositivos llevados a cabo por la Policía Local se confeccionaron también un total de 10 denuncias por no utilizar la mascarilla obligatoria o hacer un uso inadecuado de la misma, llevándola debajo de la barbilla. Algunos de los jóvenes multados se encararon con los agentes y les dijeron frases como "quiero respirar aire puro" o "los médicos y el gobierno son unos mentirosos".
Los agentes confeccionaron igualmente una denuncia por infracción a la Ley de Protección de Seguridad Ciudadana, ya que una de las personas identificadas le dijo a los policías que "no le daba la gana" de ponerse la mascarilla, que solo se la ponía cuando él quería y que "quién se creía el agente para hablarle a él".
Otro de los infractores, que supuestamente se encontraba bajo los efectos del alcohol, también fue denunciado por infracción a la Ordenanza de Circulación, ya que deambulaba por la calle, "haciendo caso omiso a las indicaciones de los agentes" y poniendo en peligro su seguridad y la de los demás usuarios de la vía.
