La Policía Local clausuró en el mediodía del pasado martes un bar que permanecía abierto, con dos clientes consumiendo en su interior, pese a estar vigente el cierre de todos los establecimientos de hostelería de la ciudad salvo para servicios para llevar o a domicilio.
Según informa este miércoles el Ayuntamiento de Lugo, una patrulla de la Policía Local detectó que un local de hostelería situado en la calle Concello se encontraba abierto.
Una vez en el interior, comprobaron que una camarera (que carecía de contrato o vínculo legal con el negocio) servía bebida y tapas a dos clientes que utilizaban un barril como mesa.
Los agentes formularon una denuncia por infracción de la normativa que impide el servicio y consumo de bebida y comida en el interior de locales, medida vigente en la Cidade das Murallas desde hace casi dos semanas.
