La Policía Local dobla efectivos para el control nocturno y pone 15 sanciones

La afluencia de gente de madrugada en el casco histórico obligó a incrementar agentes
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photo_camera Vehículos de la Policía Local estacionados de madrugada en las inmediaciones de la catedral lucense. EP

Desde el pasado fin de semana, y con Lugo en el nivel medio de riesgo, el ocio nocturno en la capital retomó su actividad hasta las tres de la madrugada y su clientela no decepcionó. Multitud de jóvenes prolongaron la fiesta hasta la hora de cierre, por lo que la Policía Local dobló efectivos —en la madrugada del sábado al domingo— para poder controlar la agrupación de personas a la salida de los establecimientos de hostelería.

Según explicó este lunes el portavoz del cuerpo, debido a la afluencia de gente por el casco histórico de la ciudad, "el jefe de servicio de noche se vio obligado a reorganizar el dispositivo de vigilancia con personal suficiente para controlar toda la zona de Pío XII, Rúa Clérigos, Praza do Campo y Rúa Nova, llegando a movilizar a una docena de agentes, que controlaron totalmente el centro".

El despliegue policial hizo su efecto y los clientes que salían de los locales dejaron la zona "rápidamente", sin amontonarse y sin hacer amagos de continuar la fiesta en la vía pública. "A la hora de cierre no se observaron incidentes o incumplimientos relevantes", explicaron los agentes.

El cierre de los locales se realizó "sin incidentes", pero hubo multas por hacer botellón y orinar en la calle

Sin embargo, no todos los que salieron el fin de semana a divertirse hicieron gala del mismo civismo y la Policía Local denunció a quince personas por mantener comportamientos impropios o por incumplir las normas derivadas de la pandemia. Así, los agentes sancionaron a tres personas por hacer botellón en el Parque Rosalía de Castro, a pesar de que beber en la calle está prohibido y el recinto del parque permanece cerrado entre las doce de la noche y las seis de la mañana.

Igualmente, fueron denunciados tres jóvenes por no hacer uso de la mascarilla de seguridad obligatoria y otros cuatro ciudadanos por mantener una reunión entre no convivientes de madrugada. Estos últimos celebraban una fiesta en una vivienda particular de la capital —alrededor de las 4.30 horas—, por lo que los agentes también confeccionaron un acta por infracción a la Ordenanza de Protección Ambiental.

Y además de las multas por vulnerar las restricciones impuestas para frenar el avance del covid, los agentes tramitaron el fin de semana otras cinco denuncias por infracción a la Ley de Residuos, ya que sorprendieron a otros tantos jóvenes orinando en la vía pública. "Cuatro de ellos fueron sorprendidos a la 1.30 horas del sábado, cuando orinaban contra la muralla, en las inmediaciones de la catedral, mientras que el otro lo hacía en la Rúa Conde Pallares a las 4.20 horas del domingo", señalaron.

undefinedALCOHOL. La fiesta y el consumo excesivo de alcohol les pasaron factura el pasado fin de semana a varios jóvenes, que tuvieron que acabar la noche en un centro hospitalario. Una patrulla de la Policía de Barrio se trasladó sobre las once y media de la noche del sábado hasta el Carril do Mercado, donde un menor, de 16 años, permanecía inconsciente en el suelo. Los agentes comprobaron que el chico "tenía espuma en la comisura de los labios y presentaba claros síntomas de hallarse embriagado", por lo que llamaron inmediatamente al 061 para que recibiera asistencia.

La Policía auxilió a un joven de 16 años hallado inconsciente en el suelo con síntomas de embriaguez

Mientras esperaban la llegada de los sanitarios, los policías lograron que el joven recuperara la consciencia y lo mantuvieron despierto y en posición de seguridad. Además, avisaron a los padres del menor, que acudieron al lugar y acompañaron a su hijo al hospital.

Esa misma noche, alrededor de la una de la madrugada, otra patrulla prestó auxilio a un joven que se encontraba en el atrio de la catedral. Tal y como señaló el portavoz policial, "no era capaz de levantarse por sus propios medios y presentaba claros síntomas de embriaguez". Los policías llamaron a los servicios de Emergencias y los sanitarios trasladaron al joven hasta el Hospital Universitario Lucus Augusti. Sin llegar a estos extremos, los policías también tuvieron que instar a otros jóvenes afectados por el alcohol a marcharse a sus domicilios.