La Policía Local auxilia a un anciano y su mujer se empeña en pagar a los agentes

"Ya que no aceptáis dinero, ¿puedo daros un beso?", les pidió la anciana a los agentes
photo_camera Un policía local en un operativo de carácter social hace unos meses en Lugo. EP

Dos agentes de la Policía Local de Lugo auxiliaron el viernes a un anciano inválido que se había caído de la cama en su domicilio, en el barrio de A Residencia. Los policías acudieron a la vivienda poco antes de las dos del mediodía, tras recibir una llamada del servicio de Emergencias 112.

Una vez allí, una mujer de avanzada edad les abrió la puerta y les explicó que su marido se había caído de la cama y era incapaz de levantarlo. Además, el hombre tenía una incapacidad física que le impedía mantenerse en pie o caminar y apenas podía comunicarse verbalmente.

Los agentes levantaron al anciano, de 79 años, para tumbarlo de nuevo en cama, pero la mujer les pidió por favor que lo llevaran al baño y la ayudaran a cambiarle el pañal y a asearlo. La señora les dijo que era consciente de que lo que les estaba pidiendo excedía de sus funciones, pero les explicó que su único hijo trabajaba fuera y que no contaba con ningún tipo de ayuda para atender a su esposo enfermo, por lo que los agentes accedieron a ayudarla.

Cuando acabaron de atender al septuagenario y se disponían a marcharse, la mujer se empeñó en pagar a los agentes por su ayuda, al entender que lo que habían hecho no formaba parte de su trabajo, pero los agentes le dijeron que auxiliar a los ciudadanos era parte de sus funciones.

La mujer explicó que no contaba con ningún tipo de ayuda para atender a su esposo enfermo

Aun así, la mujer insistió y finalmente les dijo: "Pues ya que no aceptáis dinero, ¿puede una vieja como yo daros un beso de agradecimiento por todo lo que habéis hecho?". Finalmente, la mujer abrazó a los agentes llorando antes de que se fueran. La patrulla abandonó la vivienda tras dejar al hombre acomodado y a la mujer un poco más reconfortada con la vida pese a las duras condiciones que debe afrontar en su día a día.

El caso se conoció este sábado y trascendió por el gesto que tuvo la mujer y porque la intervención policial llegó a incluir el aseo del anciano, pero las intervenciones de carácter social forman parte del día a día de la labor de los cuerpos policiales y cada vez son más frecuentes los casos en los que policías locales acuden a domicilios a ayudar a ancianos que se han caído o tienen problemas de movilidad.

En una ciudad con población envejecida como Lugo, las peticiones de ayuda se multiplican. Eso sí, los agentes se encuentran a menudo con el ansia de corresponder de aquellos a los que ayudaron. Recientemente, por ejemplo, unos agentes contaban para El Progreso que muchos ancianos, después de recibir la ayuda que solicitaron se empeñan en invitarlos a que se queden un rato y se tomen un café con ellos.

El agradecimiento es la moneda común, aunque eso no quita a los policías la amargura de ver las situaciones difíciles que viven muchos ancianos. Por ejemplo, esta misma semana asistieron a varios, alguno desorientado y que discutía con la familia porque no quería recibir asistencia médica.