La presión sobre el after Las Palmeras sigue y un domingo más los vecinos de la Rúa Tui de Lugo se encontraron con un amplio despliegue de las fuerzas de seguridad, que llegaron a cerrar la zona para llevar a cabo el operativo.
Alrededor de las once de la mañana, media docena de patrullas de las policías Local y Nacional cortaron el tráfico en esta calle de la capital, desde el cruce de Camiño Real, para llevar a cabo otra redada en el after, que genera quejas vecinales desde hace años.
Los agentes inspeccionaron este local de ocio nocturno, aunque no ha trascendido si incautaron alguna arma o sustancias estupefacientes, como en otras ocasiones, o si identificaron a algún cliente. La operación despertó en la zona gran expectación.
En las inmediaciones del local había, por otra parte, un vehículo con un retrovisor destrozado, un daño que los vecinos veían muy probablemente vinculado al ambiente en ese local, señalado por los residentes como una fuente constante de conflicto.
La nueva intervención policial se produjo después de que el Concello de Lugo iniciara la semana pasada los trámites para intentar cerrar este local durante 12 meses, aunque esa medida cautelar no se podrá aplicar todavía, ya que los trámites legales requieren dar un plazo de tres meses a la propiedad para que pueda subsanar las deficiencias detectadas. Además, los dueños también tienen quince días para presentar alegaciones.
La administración local intensificó sus controles sobre este local a raíz de que la Plataforma SOS Milagrosa Lugo Norte iniciase el pasado 1 de marzo en locales comerciales de la zona una campaña de recogida de firmas para solicitar que se cierre este local. Ya lleva recabadas más de 2.000 rúbricas.
La campaña de presión vecinal, activada tras años de quejas infructuosas, ha dado pie a que se intensifique la presión sobre el local, ello a pesar de que los cuerpos policiales llevan años vigilando de cerca lo que ocurre en el negocio.
Pero las últimas inspecciones policiales ya han dado pie a poner en marcha un proceso de control que va en línea con lo que reclamaban los vecinos. Así, el expediente abierto indica que el local no puede tener música, ya que tiene una licencia de café bar, lo que supone que está autorizado a abrir a partir de las seis de la madrugada, pero no puede ofrecer un ambiente de fiesta. Administración y vecinos confían en que ese aspecto pueda ser disuasorio para los clientes, que van allí desde hace años para cerrar noches de fiesta muy intensas, generando trastornos que han llegado a provocar que algunos vecinos incluso enfermen.
Las inspecciones realizadas por la Policía también sacaron a la luz otras deficiencias e infracciones, como el exceso de clientes en el interior del establecimiento o suciedad extrema en los baños.
La operación policial realizada hace una semana en el local también reveló condiciones preocupantes incluso para la seguridad de los clientes. Así, los policías se encontraron con ventanas tapiadas, luces apagadas, personas hacinadas y suciedad por todas partes. El del aforo es un problema clave en el local, ya que oficialmente solo puede dar cabida a 25 personas, muy por debajo de lo habitual.