La Policía detiene en Lugo a un traficante tras una persecución de película

Embistió dos veces contra barreras de coches y tiró hasta tres kilos de hachís por la ventanilla
El hachís que lanzó por la ventanilla el traficante durante la persecución por Lugo. EP
photo_camera El hachís que lanzó por la ventanilla el traficante durante la persecución por Lugo. EP

La Policía Nacional detuvo el domingo, sobre las ocho y media de la tarde, a un presunto traficante que emprendió una huida de película al sentirse descubierto. Tras una operación que no estuvo exenta de riesgos, los agentes recuperaron casi tres kilos de hachís.

La operación se inició en la zona de A Fervedoira, donde levantó las sospechas de los policías la presencia de una persona que los agentes conocían porque ya había sido arrestada en una operación anterior en la que se interceptaron veinte kilos de hachís.

Los agentes le dieron el alto al hombre, pero este hizo caso omiso y optó por darse a la fuga a gran velocidad, llegando a circular en sentido contrario por dos rotondas, generando con ello situaciones de gran peligro.

Ante la situación, la Policía decidió movilizar numerosos medios para tratar de frenar la enloquecida huida del supuesto traficante, pero este persistió en el intento de evitar ser interceptado y en un momento dado incluso embistió contra un vehículo que los agentes habían cruzado en la calzada para intentar forzarle a detenerse.

Pero en lugar de frenar, el hombre continuó con su frenética huida. Su objetivo era poder escabullirse por la Ronda Este y desde allí lograr entrar en Lugo para perderse por la ciudad.

Estuvo a punto de arrollar a varias personas en Castelo y al final se tiró del coche en marcha y se metió en el río para tratar de huir

Pero la Policía tampoco desistió de dar alcance al hombre, que iba generando situaciones de peligro, hasta el punto de que en la zona de Castelo casi arrolla a unas personas que intentaban cruzar la calzada.

Los policías continuaron siguiéndole en su huida. Al dejar la Ronda Este para volver a la ciudad, el hombre optó por meterse hacia la carretera del Rato, vía en la que la Policía ya había dispuesto otros dos vehículos, cruzándolos en la calzada, para tratar de cerrarle definitivamente el paso.

Pero el supuesto traficante no estaba dispuesto a darse por vencido y de nuevo volvió a embestir contra los coches policiales y consiguió eludir ese cerco.

Sin embargo, la Policía seguía pisándole los talones, de manera que el hombre acabó optando por tirarse del coche en marcha e emprender una huida a la carrera por el parque del Rato, donde hay zonas boscosas y a priori parece fácil esconderse. Para ello, se metió primero al río, para cruzarlo, y allí tiró el teléfono móvil.

Pero la huida acabó. Los policías que corrían detrás de él se metieron también en el río y lo pararon cuando el traficante llegaba al otro lado del cauce. El coche acabó empotrado contra los postes de madera que protegen la zona del carril bici.

Pero la operación no acabó ahí. Al registrar el vehículo del fugado, los agentes de la Policía constataron un fuerte olor a hachís, pero en el interior no había nada.

Sin embargo, este lunes por la mañana volvieron a rastrear a fondo toda la zona por la que había trascurrido la persecución, ya que en algún momento le habían visto arrojar algo por la ventanilla, y dieron con una bolsa con 2,8 kilos de hachís.

Comentarios